quarta-feira, 14 de janeiro de 2009

Aprendiendo a vivir

Bueno, hoy debo decir que estoy totalmente inspirada, entonces créo que voy a postar dos crónicas en vez de una. Por qué estoy tan inspirada? Pienso que es, simplemente, porque estoy viva y quiero que todo el mundo lo sepa (y con casi 52 esa es una sensación muy buena, créanme!). Estoy llena de actividades, proyectos, presentaciones, ensayos y aulas. Llego a mi casa totalmente podrida todos los días, pero también completamente feliz y realizada a pesar de todos los contratiempos y dificultades que, al final de cuentas, si comparados con el tamaño de mis realizaciones, viran un granito de arena. Créo que cuando se es sincera, optimista, feliz, batalladora y solidaria, cuando se ponen en acción los dones que recibimos para ayudar al crecimiento de quien nos rodea, cuando se crée en el poder que el arte y el amor poséen para transformar vidas atraimos junto a nosotros a las mejores personas, a las cuales podemos ayudar y que, por su vez, nos ayudan, pues todos somos maestros de todos. Y saben una cosa?... Yo tengo la suerte inmensa -por la cual nunca me canso de agradecer- de estar rodeada por estas personas, todas nobles y consagradas, altruistas y generosas, bien humoradas y al mismo tiempo muy serias cuando es preciso, y todavia llenas de esa fuerza y juventud de las cuales ya estoy empezando a sentir falta, porque la mente vá, pero el cuerpo... Pero es de ellas mismas que saco lo que me falta para llevar adelante lo que considero mi misión en esta vida: enseñar y vivir el arte, pasando un mensaje a través de ella. Yo tengo la experiencia, sí, mas ellos tienen la sed, que es la copa donde puedo derramar esta sabiduría que, sin él, sería completamente inútil!... Como pueden ver, todos necesitamos de todos y estamos íntimamente ligados por lazos que ni imaginamos. La familia no es solamente el hogar, el grupo de amigos, una clase de alumnos, una Compañía de Teatro... Mas todos ellos son óptimos lugares para empezar una.
Y sin más demoras (dije que estaba inspirada, no?) aqui vá la primera crónica de hoy, si bien que el texto arriba casi vale como una!.
"Aprendiendo a vivir
Otro día, otras imágenes, otros pensamientos. La figura octogenária del bailarín de Butoh Kazuo Ohno sobre el escenário del teatro Ouro Verde, en el Festival Internacional de Londrina de 1992, que mudó mi vida para siempre; la llegada de una guitarra; una música especial en la radio ("Let me in or let me out", de Ben's brother), la fuerza de voluntad para vencer la pereza del tiempo libre y ligar el computador, el click mágico, porfiado y siempre listo, como si nunca hubiera sido desconectado, que pone mi mente a funcionar inmediatamente... Sí, los objetivos o la urgencia pueden modificarse con el paso del tiempo, mas el hacer continua igual, así como las ganas. Hay que adaptarse a este nuevo ritmo, a la diversidad de intereses, antes sin importancia, a un poco más de cansancio, a nuevos caminos abriendose constantemente y sorprendiendonos sin parar... Vivir es un contínuo adaptarse, transformarse, buscarse, redescubrirse, pero sin jamás perder la escencia. Hay que dejar transcurrir el tiempo y los acontecimientos y saber que si este no tuvo éxito hoy, otros surgirán en su lugar, no permitiendo que paremos, que nos aislemos, que dejemos de hacer lo que vinimos a hacer, y si realmente deseamos cumplir esta taréa, debemos aprender a dejarnos llevar por estas maréas -a veces bien desconcertantes y hasta irritantes o llenas de decepciones y dudas- y aguardar las próximas señales porque, con certeza, ellas vendrán. Esta es una verdad incuestionable. Podemos pasar por espacios vacíos e inertes, aparentes agujeros negros en nuestra existencia y nuestras dinámicas de creación, pero estos no duran para siempre, créanme. Si estamos ligados a las señales, sabremos pescar las nuevas oportunidades, el nuevo material, el nuevo proyecto; abriremos nuevas puertas y estaremos siempre entrando y viviendo en nuevos universos, descubriendo un poco más sobre nosotros mismos y nuestro potencial, pues somos, definitivamente, un libro que todavía está siendo escrito, un cuadro que siempre puede recibir un color o una línea más, la escultura que todavía puede ser lapidada para quedar más perfecta. Momentos de obscuridad? De desánimo y dudas? Aquella eterna pregunta flotando sobre nuestras cabezas: "Y para qué?", siempre sin una respuesta definitiva?. La grande villana, la grande tentación de la desistencia, el precipicio horripilante, la sombra, la parálisis, la nada rondando y corroendo nuestras fuerzas, matando nuestra inspiración, ensuciando y desvalorizando nuestro trabajo?... Bueno, a veces ella puede realmente tomar cuenta, derribandonos con su fuerza monstruosa, y puede mantenernos anulados durante algún tiempo (lo que, al final de cuentas, acaba resultando una experiencia reveladora sobre quién realmente somos), pero el hecho de saber quiénes somos y que estamos aqui por uma razón bien específica -que incluye pasar por este tipo de transe desestructurante, créanlo o no- es lo que nos ayuda a ponernos de pié nuevamente y continuar con nuestra misión. Yo no soy diferente de los otros que pasan por lo mismo, entonces me permito uno o dos días de tristeza y completa apatía para, en seguida, erguer la cabeza y retomar la vida de forma positiva y creadora. Esta es, por señal, una de las características positivas que estos casi 52 años me trajeron y la que más aprecio, pues me transformó en una verdadera luchadora (si ustedes vieran cómo era cagona! Una verdadera vergüenza para mi raza!), en una vencedora, en una eterna optimista frente a los problemas y decepciones más grandes. No es que los malos momentos dejaron de existir (tengo mi propia cruz que cargar), pero créo que finalmente aprendí a lidiar con ellos y a sacar algo de positivo de nuestros encuentros...
Parar, observar, pesar, reflexionar, buscar salidas, tomar actitudes constructivas, continuar aprendiendo, diversificando, aceptar las mudanzas, abandonar el lastre, crear nuevos espacios para nuevas experiencias. Crecer, crecer siempre... Fué así que aprendí a vivir.

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