domingo, 13 de outubro de 2019

"Levantarse, ¿para qué?"

    Quedarse cuatro semanas sin poder ir a la terapia puede causar algunos daños que te dan esa pésima sensación de que retrocediste o volviste al principio y perdiste todo lo que habías ganado (sea mucho o poco)... Es que a mi psicóloga se le ocurrió cambiar los días de atención y ahí quedó la cagada con la agenda de todos los pacientes. Tuve que re-agendar todo de nuevo y eso me dejó un mes sin poder ir a las sesiones, tragándome todo, guardándomelo y fingiendo desesperadamente para no preocupar a mi pobre hija, que ya tiene bastante con sus propios dramas (que también intenta esconder de mí). Lo malo es que ambas nos conocemos tan bien que no sacamos nada con tratar de disimular estas situaciones porque nos damos cuenta igual cuando la otra no está bien...
    Pero finalmente conseguí volver y la verdad es que ha sido como un recomienzo de casi cero, a pesar de que mi psicóloga dice lo contrario... Es como si todo lo que avancé hubiera desaparecido o se hubiera escondido en algún lugar de mi mente y se negara a volver. Estoy llena de síntomas (los viejos y otros nuevos) de miedos, de visiones catastróficas, de pena y rabia, pero poco a poco estoy consiguiendo reencontrarme con mis problemas y empezando a enfrentarlos de nuevo para tratar de resolverlos, sin embargo, sin prisa, sin presión, sin culpa o cobranzas, cosa muy difícil para mí.
    Y en la última sesión, la Isabel (mi psicóloga) me preguntó: "¿Para qué te levantas cada mañana?!"... Y yo no supe qué contestarle... Y después de la sesión me quedé con esa interrogación en la cabeza y hasta ahora no consigo responderla por entero. ¿Para otro día de lucha y sufrimiento? ¿Para hacer las cosas mejor?¿Para encontrarle un objetivo a mi vida?¿Para volverme independiente y soltarle un poco el lazo a mi pobre hija?...¿Para todo eso junto?... Porque en las noches, cuando me voy a acostar me siento bien física y psicológicamente -probablemente porque ella está conmigo y va a dormir en el cuarto al lado- y hago planes positivos para el día siguiente. Me duermo con una sonrisa y gozo de un profundo sueño... Hasta las 5 de la mañana, cuando comienza toda la mierda de nuevo: taquicardia, dolor de guata, angustia, temblores... Y tengo que salir de la cama en este estado, tomarme mis remedios (que son lo que me obliga a comer, si no, no abría la boca hasta que mi hija llega al departamento) hacer y tomar el maldito desayuno, salir con las perras, hacer el aseo y ver a mi hija irse al trabajo para quedarme sola y sin nada que hacer... Más bien, con terror de hacer cualquier cosa. Creo que hoy tuve coraje de sentarme aquí a escribir porque ella está aquí -y mañana le dieron el día libre por haber trabajado en fiestas patrias, ¡viva para mí!- porque el martes ya vuelve el ritmo normal de vida, ese que me cuesta tanto asimilar, aceptar y al que lucho por adaptarme, porque NO LO PUEDO CONTROLAR... Bueno, nadie puede, en realidad, sólo en cosas mínimas, entonces quise aprovechar que hoy me siento más valiente para volver a escribir en el blog... Bueno, como pueden ver, tengo una monstruosa obsesión con mi hija, con su presencia, mas eso es porque somos solamente nosotras dos aquí y yo pasé a depender demasiado de ella, de su presencia para sentirme bien, protegida, acompañada, todo esto consecuencia de no haber tenido contención y haber tenido que arreglármelas siempre sola cuando era chica. Entonces, una de mis tareas -la más difícil, en realidad- es encontrar mi propia valía, mi propio objetivo para mi vida ahora que regresé, la independencia, amigos, etc... cosas que la dejen más libre y menos preocupada de mí... Entonces, ¿para qué me levanto cada mañana?... Evidentemente que para luchar, como todo el mundo, pero quiero verlo como algo positivo y no como una jornada de terror y vacío, de anonimato, de síntomas desagradables, de somnolencia y ansiedad, de angustia. Quiero levantarme para descubrir qué me espera de bueno, con quién me voy a encontrar, qué se me va a ocurrir hacer para volverme independiente. Quiero levantarme sin síntomas, con optimismo, con vigor y coraje para vivir cada momento en el presente... Porque como decía la tortuga sabia de Kung Fu panda: "El pasado ya no existe, el futuro es un misterio y el presente es un regalo, por eso se llama presente"... Y es así que pretendo empezar a levantarme cada mañana... ¡Porque tú no me la vas a ganar, monstruo de mierda!... A final de cuentas, fui yo misma la que te creé y te mantengo vivo e hinchándome las pelotas cada segundo de mi vida... Soy YO la que tengo todo el poder, NO TÚ.