segunda-feira, 23 de agosto de 2010

Consecuencias

Bueno, a pesar de que estamos en la frenética recta final de nuestro espectáculo "El corazón del café", está sobrandome un tiempecito para continuar con mis actividades literarias, gracias a Dios. Bueno, pienso que también es una cuestión de organización, disciplina y perseverancia para que todo mi tiempo y mis energías no séan absorvidos por los ensayos y presentaciones, a pesar de que ellos están ocupando, por el momento, buena parte de mi semana. A partir de hoy, y hasta el estreno los días 10, 11 y 12 de septiembre, vamos a empezar a ensayar todos los días, menos los sábados, que dejamos para descansar (por favor!!!) y nos alejar de la tensión y exigencia del espectáculo y así recuperarnos y volver al trabajo renovados y muy bien dispuestos el domingo en la tarde. Si no, vamos a empezar a volvernos locos y a tener ataques nerviosos... Es que el proyecto se reveló algo tan grande y con unas expectativas futuras tan ambiciosas, que hay personas en el elenco que simplemente no se dieron cuenta todavía del peso que esto tiene. No entendieron que no se trata de uno de nuestros espectáculos de fin de año, que es presentado una sola vez -dos cuando mucho- para los padres, madres, tíos, pololos, amigos, perros y papagayos y que es olvidado al día siguiente. Este espectáculo está programado para ser presentado muchas veces y para un público exigente, sin vínculos familiares, compuesto por turistas, empresarios, periodistas, etc., que están pagando 30 reales por una entrada y que, por lo tanto, esperan ver algo profesional... No estoy preocupada con mi grupo, que está dando un show en cada ensayo, pero no puedo negar que estoy nerviosa, ansiosa, llena de expectativas por el resultado, que puede ser algo realmente sensacional. La presión es enorme, sobre todo ahora, pero estoy convencida de que conseguiremos tener éxito completo.
La cosa ahora es que yo me organice bien con mis comidas y horarios, porque el reloj vá a parar de existir de aqui a poco, entonces no puedo dejar que mi glicemia dispare por cuenta de este caos. El espactáculo comenzará a las 21h, y como dura dos horas, incluyendo el intervalo, al final vamos a salir realmente tarde del teatro, porque con certeza vamos a tener que atender a las personas que van a querer hablar con nosotros después de la presentación... Bueno, vá a ser duro y vamos a tener que prepararnos física y emocionalmente, pero estoy cierta de que vamos a conseguirlo.
E sin más demoras, aquí vá la crónica de la semana pasada:


Escucho la canción: "Viento que dá en la vela, vela que lleva el barco, barco que lleva gente, gente que lleva pescado, pescado que dá dinero...", y pienso: todo empieza con el viento. El es la acción primera que desencadena toda una historia hecha de consecuencias. Si no fuera por su acción, nada de lo que sigue sucedería... Y no puedo evitar empezar a reflexionar sobre las acciones que realizamos y sus consecuencias inmediatas o futuras. Será que tenemos realmente conciencia de ellas en el momento en que actuamos, hablamos, pensamos, interferimos, cambiamos alguna cosa o a alguien? Nosotros no somos como el viento, que no sabe de dónde viene, que sopla y se aleja, dejando atrás de sí el alimento para el hombre. Viento insensible, que interfiere y actúa sin que nadie se lo pida y continúa su camino indiferente, sin mirar hacia atrás, sin que le séa cobrada ninguna responsabilidad. A final de cuentas, por qué mirar si no hizo otra cosa sino actuar según su naturaleza? El está aquí para soplar y el hombre que le saque el provecho que quiera a su acción... El hombre no hace viento, sólo aprovecha su presencia. Por otro lado, el viento no fabrica barcos ni echa las redes. Cada un hace su parte y de esto surgen resultados, acontecimientos, una nueva expresión que es resumen de la acción del viento y del hombre. Pero será que esto se aplica a nuestro comportamiento?... Existe una acción determinada para cada momento y nosotros tenemos conciencia de ello; la pregunta es si, a pesar de esta conciencia, sabemos actuar correctamente en cada situación, porque a nosotros sí nos será cobrada la responsabilidad, la sensibilidad, el objetivo, el resultado, ya que no estamos aqui simplemente para existir, como el viento. Nuestro propósito es mucho mayor, más complejo, y envuelve a toda la raza humana y su caminada. Cuántas historias, hechas de las consecuencias de nuestras acciones, desencadenamos a lo largo de nuestras vidas? Será que conseguimos, por lo menos por algunos instantes, percibir estos "efectos colaterales"? Será que conseguimos preever los resultados no inmediatos de nuestras acciones? Y cambiaríamos alguna cosa si fuéramos capaces de hacerlo?... Entonces, qué es lo que realmente importa?: predecir las consecuencias o actuar solamente en el presente de la mejor manera posible? Nuestro movimiento debe formar parte del movimiento de la creación, estar en armonía con él, porque así seguirá la lógica de sus leyes y cualquier consecuencia será igualmente lógica, tanto si es positiva como negativa.
Cada momento, cada encuentro u opción tienen su propio y único afán, aquel y no otro, y si luchamos contra él y lo deformamos, desviaremos el camino cierto de la historia... Feliz o infelizmente, no fué dado este poder, mismo que no nos demos cuenta y por eso atrasemos innumerables veces nuestra propia evolución. Solamente la sabedoría puede mostrarnos cuál es la acción cierta para cada acontecimiento, aquella que hará moverse y avanzar a la rueda de la historia.

sábado, 14 de agosto de 2010

El monstruo dentro de nosotros

Bueno, por el momento, las cosas están volviendo a la tranquilidad usual, eso claro, descontando las travesuras que mis dos nuevas huéspedes cometen de vez en cuando y que me mantienen en constante estado de alerta... Saben, cuando la casa esta DEMASIADO silenciosa? Bueno, normalmente, eso significa que tengo que largar inmediatamente lo que estoy haciendo y recorrer la casa y el pátio para cerciorarme de que ninguna de ellas está comiendose mis orquídeas, colgandose de la colcha que está secando al sol, devorandose la punta de mi bota o jugando de jala-jala con mis medias de lana.... Es bien agotador, pero esas dos son tan adorables que normalmente mi enojo no dura mucho... El problema es que ellas ya se dieron cuenta de esto.
Y aprovechando este repentino mar de calma (las dos están tendidas en su alfombrita, bien atrás de mí, desmayadas después de tanto correr y saltar) voy a aprovechar para postear la crónica de esta semana. Tengo que aprovechar estos momentos para poner al día mis escritos porque cuando se despierten, mi tranquilidad va a desaparecer, con certeza... Entonces, aquí va:


Amar, ser verdadero, tener compasión, perdonar, actuar sabiamente, creér... Si lo pensamos bien, estas actitudes son completamente escandalosas, pues van contra casi todo lo que es practicado en esta sociedad moderna y, al mismo tiempo, se vuelven una paradoja porque siempre nos piden que seamos amorosos, honestos, compasivos, que perdonemos y actuemos con sabiduría, que tengamos una fé tan firme y fuerte como una roca. Entonces por qué, a pesar de todos los sermones y apelos, continuamos incapaces de demostrar estos sentimientos, de volverlos parte indispensable para nuestro bien vivir, de acogerlos, de expandirlos?... Pero ahí yo paro y me pregunto: mas será que tenemos al menos una noción elemental de qué es lo que seríam estas cualidades? Será que sabemos realmente cómo traerlas a la superficie, cómo hacerlas funcionar para que las cosas empiecen a cambiar dentro y fuera de nosotros? Será que conocemos los medios, las acciones, los pensamientos y sentimientos que nos llevarían a la práctica efectiva y constante de todas ellas?... Amor, verdad, compasión, perdón, fé, sabiduría, todo esto tiene que ver con existir, con ser y estar. Tiene que ver con la realidad, con nuestra rutina diaria, con lo que nos rodea, con lo que vemos y escuchamos, con las personas que encontramos, los pensamientos y sentimientos que tenemos, con las acciones que realizamos. Entonces, no basta sólo saber que debemos practicar estas cualidades, sino que tenemos que tener consciencia de que ellas se aplican a situaciones y personas reales, que son un ejercicio diario, que forman parte de nuestra escencia, a pesar de parecer que no tienen espacio en la sociedad actual. Mismo pudiendo escandalizar a muchos que prefieren el poder y la fortuna, la ambición y la brevedad de amores fugaces y llenos de condiciones, la realidad continúa siendo que la bondad, la verdad, el perdón, la fé, la compasión y la sabiduría (o por lo menos la búsqueda de ella) son los cimientos sobre los cuales podemos construir una humanidad verdadera, transformadora, justa y duradera, ya que este legado pasado de generación para generación, será capaz de, finalmente, detener la violencia y el egoísmo que nos asolan hace tanto tiempo.
Comprender la vida y sus dones nos lleva automáticamente a deseár y expandir el bien, la unión, la solidariedad, a buscar y compartir la felicidad y la paz, a luchar por un equilibrio, por la comunicación e interacción con todo lo que nos rodea. Así, poco a poco, nos volveremos sabios, y esto nos llevará a actuar con amor y honestidad, a perdonar, a fortalecer nuestra fé, a tener compasión y a querer no sólo nuestra propia felicidad, sino la de todos. Ahora, para que esto suceda, es imprescindible romper con todas las ilusiones que el miedo, la ambición y la ignorancia que nuestra cultura venera nos imponen, volviendonos esclavos de apariencias y reglas tiránicas que nos prometen amor y un lugar al sol. Pero, sobre todo, tenemos que parar de creér que dentro de nosotros habita algún tipo de monstruo que nunca vamos a conseguir dominar y que siempre nos llevará a actuar de forma errada, tenemos que dejar de creér que no existe perdón ni consuelo para nosotros, que no merecemos ser felices, que somos unos pecadores empedernidos, que vivimos una existencia demasiado breve como para desperdiciarla preocupandonos con asuntos espirituales. Tenemos que parar de creér que nuestra escencia está hecha de materia y que cuando ésta desaparece nada más resta. Tenemos que dejar de pensar que el bien es inútil, que el mal es demasiado poderoso y que somos demasiado pequeños e insignificantes como para que cualquier cosa que realicemos en pro del amor haga alguma diferencia. Tenemos que parar de pensar en nosotros mismos como en criaturas débiles y sin opciones, sin fuerzas para luchar y transformar lo que es necesario. Tenemos que derribar el mito de nuestra inutilidad, de nuestra incapacidad, de nuestra transitoriedad y superficialidad, de nuestra impotencia delante de un destino cruel y caprichoso, de nuestra falta de identidad y unidad, pues en cuanto vivamos según sus reglas, será realmente un escándalo amar, tener fé, perdonar, tener compasión, ser verdadero y actuar sabiamente, seremos marginalizados y viviremos como marionetas sin voluntad ni sentimientos propios, presos y manipulados por las cuerdas de una mayoría ignorante y ambiciosa...
Seamos un escándalo entonces! Quiebremos reglas, derribemos mitos, abramos puertas y ventanas, recorramos otros caminos, lancémonos al abismo de la verdad, de la libertad, y llevemos a otros con nosotros, sin miedo, porque de este abismo aparente -porque es aparente- saldremos fuertes y sabios, y seremos capaces de transformar los erroes pasados y actuales en futuro para todos.

terça-feira, 10 de agosto de 2010

Iluminar el camino

Bueno, créo que lo más razonable y respetuoso con ustedes sería que yo parara de prometer que voy a publicar un cuento en el otro blog, porque normalmente acaba aconteciendo algún imprevisto y soy obligada a postergar la tal publicación. Ahí, ustedes van a visitarlo pensando que hay algo nuevo, y nada. Al final, van a terminar perdiendo el interés, o entonces, no van a creérme más cuando diga que voy a postear alguna história. Entonces, es mejor que haga la propaganda solamente cuando haya publicado el cuento y no antes, no créen?... Ya me demoro el doble en escribirlos -por lo tanto, las publicaciones no son tan frecuentes- y a veces están divididos en dos o tres capítulos, entonces es mejor que séa verdad cuando anuncio que hay algo nuevo en el blog, no es verdad?... Es que, créanme, tener de nuevo dos perritas llenas de energía es una cosa que dá muuuuucho trabajo! A cada cierto tiempo, uno tiene que dejar lo que está haciendo -eso incluye escribir- para ir a ver qué es lo que esas dos están inventando y prepararse sicológicamente para encontrarse con todo tipo de catástrofe ecológica por la casa, incluyendo el relleno de los cojines del sofá de la sala volando por el corredor, o la cesta indígena de paja destrozada encima de la alfombra, o entonces la pata de la mesita de centro esculpida a dientazos y los potes de yoghourt convertidos en flecos desparramados por el piso de la cocina... Es verdad que "perro es una de las mejores cosas del mundo", como reza la propaganda de Pedigree, mas también dá un tremendo trabajo, sobre todo cuando es un cachorro... Sin embargo, la alegría que estas dos están dándome, el carinho y la diversión, compensan cualquier apocalipsis doméstico... Y de cualquier manera, tener dos perras jóvenes y vigorosas tiene su lado positivo en la parte financiera, por ejemplo: no voy a necesitar un jardinero por un buen tiempo, porque desde que llegaron, ya podaron buena parte de mis plantas, escarbaron todos mis maceteros y canteros y hoy día vi -no sé por qué ni cómo- que devoraron algunos kilos de pasto del jardín del frente que, en realidad ya estaba necesitando un corte. Entonces, mientras ellas estén en la fase "me-como-todo-lo-que-encuentro" (incluyendo el zapato nuevecito y carísimo de mi hija) no voy a tener que preocuparme con el jardín. Un gasto menos, no es estupendo?...
Y ahora, vamos a lo que interesa, que sería la crónica de la semana pasada y -hoy día sí- la primera parte del cuento.


Por qué siempre tratamos de cambiar a aquellos que amamos, mismo jurando que los aceptamos así como son? Por qué no los amamos por ser precisamente así, originales y únicos, por tener esas imperfecciones, esas características, aquellos vacíos y desvios que, de alguna manera, nos completan? Por qué no conseguimos convivir serenamente con nuestras diferencias? Para qué queremos imágenes y comportamientos iguales a los nuestros? Dónde está la gracia en eso?... Es justamente en la diversidad que reside todo el encanto de la vida! A veces nos dá un poco de trabajo, es verdad, pero cuánto crecemos y aprendemos al vivenciarla!... O será que estamos poniéndonos tan flojos y y cerrados, tan preconceptuosos, que preferimos no encarar este trabajo?... No sé por qué tenemos la insana manía de querer interferir tan drásticamente en la vida de los demás, de la misma forma en que no aceptamos, con idéntica energía, la menor sugestión o crítica de parte de ellos porque, claro, nosotros somos los que tenemos la razón. Son los otros los que tienen que cambiar. Obviamente, un espejo de nosotros mismos facilita cualquier relacionamiento, evita riesgos y desacuerdos, ayuda a la manipulación y al dominio, entonces tenemos que conocer y controlar al otro tan bien cuanto a nosotros mismos. Evitar conflictos parece ser la regla vigente en estos tiempos extraños.
Pero tenemos que entender y aceptar que cualquier cambio en el otro no vendrá por nuestra imposición. Nosotros no tenemos ese derecho. Podemos aconsejar, dar ejemplos, observar de lejos y esperar, porque cualquier transformación nace de la comprensión, del equilíbrio, de una necesidad interior personal, de una visión más amplia y madura y no de nuestro propio capricho. Y ésto a veces lleva un tiempo que no siempre estamos dispuestos a esperar. Entonces, por qué no confiar en las leyes y los ciclos de la vida? Por qué no creér en la sensibilidad del otro, en su percepción, en la generosidad y docilidad de su corazón? Créo que el hecho de saber quién somos y lo que queremos a veces nos vuelve demasiado duros con aquellos que todavía no tuvieron la oportunidad de abrir las puertas ciertas para encontrar sus sueños y la fuerza para perseguirlos y alcanzarlos. Todavía nos falta la paciencia y la compasión necesarias para acogerlos y esperar que recorran sus respectivos caminos hacia la sabiduría, el equilibrio y la realización y así se aproximen al nivel en que nosotros nos encontramos.
No pretendo que nadie séa igual a mí, pues así como yo tengo peculiaridades que los otros necesitan, siendo como soy, así mismo los otros, siendo como son, poséen cosas que yo necesito. Es en esto que consiste la diversisdad. Es así que funciona. No se aprende tan sólo con las cualidades de los demás o de sí mismo, sino también -y principalmente- con los defectos, los errores y los fracasos. Nada está en nosotros o nos sucede por un simple capricho del destino, por crueldad o castigo de los dioses, sino como un desafío que tenemos que vencer para que podamos subir otro peldaño rumbo a nuestra felicidad.
Como bien dice (o canta) el maestro MIlton Nascimento: "Toda vida existe para iluminar el camino de otras vidas que uno encuentra".

segunda-feira, 2 de agosto de 2010

Nuestros sueños

Ya reza el dicho: "A rey muerto, rey puesto", no importa si uno está todavía con el corazón partido por la muerte del anterior... Pues bien, después de la partida repentina de mi querida "Talita" el domingo, decidí cumplir lo que me había prometido a mí misma y, com ya les conté, telefoneé a esta Ong que recoge perros de la calle y los trata -inclusive castrandolos- hasta que séan adoptados y les pedí que me trajeran algunos para ver si me quedaba con uno... Bueno, en verdad -y a pesar del dolor que todavía me cortaba el corazón- casi me quedé con los tres que me trajeron, pero encontré que sería demasiado (inclusive porque el pobre de mi marido no tenía la menor idéa de mi iniciativa) y les dije que iba a pensar un poco... Sin embargo, como todo aquel que tiene la enfermedad de adorar a los perros está totalmente condenado, no aguanté ni una noche y al día siguiente los llamé para decirles que me iba a quedar con las dos perritas (el otro era un macho) ambas con unas historias muy tristes y traumatizantes, y hoy ya están aqui, tendidas encima de mi cama en un raro momento de sosiego (corren y juegan el día entero, igual que dos niños) como dos musas inspiradoras, así como era la "Talita". La mayor y más maltratada se llama "Lucy" y tiene una mirada maravillosa, brillante y directa, que parece atravesarme el corazón y entibiarmelo, tiene un año y todavía se asusta con cualquier movimiento brusco (me imagino lo que pasó durante todo ese tiempo en las calles) La menor se llama "Sky" (como pueden percibir, la cosa tiene que ver com aquella música de los Beatles: "Lucy in the sky with diamonds") y es totalmente diablilla e irresistible, loca por unas migajas de atención y cariño. Tiene cinco meses y sólo para de jugar, correr, ladrar y saltar cuando la vence el cansancio. Ambas son del tipo "raza desconocida", tienen el pelaje negro y café mezclado, suave y corto, más para tamaño pequeño, y son extremadamente inteligentes, como todo perro que vive en las calles. Ya aprendieron un montón de cosas (gestos y palabras) que pensé que iban a demorarse más para entender, entonces, de repente parece que ya están conmigo hace más tiempo... No digo que todavía no me emociono cuando hablo de mi "Talita", pero estas dos ya me conquistaron por completo y consiguieron alegrar mis días, sobre todo cuando vuelvo del trabajo, a eso de las nueve de la noche, y no hay nadie en casa... Ni el mejor de los maridos o hijos nos dan semejante recepción cuando nos ven llegar, tienen que admitirlo!... Realmente, la propaganda de la Pedigree es totalmente verdadera: "Perros son lo mejor del mundo"!...
Bueno, y antes de que piensen que ésta es la crónica de la semana, voy a parar de parlotear sobre mis dos cositas preciosas y postear la crónica de verdad. Entonces, aquí vá. También esta semana pretendo postear otra história en el blog pazaldunate-historias.blogspot.com, entonces den una pasadita el jueves o el viernes, ok?

"Para Elisa"... La serenata de Beethovem ecoando en el aire parado y penumbroso de la sala y las manos de mi madre, una bailarina que acabó prisionera en interminables corredores flanqueados por estantes en los cuales se alineaban libros sobre temas áridos y exactos, como paredes de concreto, corriendo ágiles por las teclas del piano. Para mí, una niñita de ocho años sentada a su lado, ellas se asemejan a dos mariposas de puntas rojas, y me quedo contemplandolas, pasmada, porque me parece absolutamente increible que de aquella espécie de vuelo desordenado pueda surgir tal melodía. Mi corazón vibra junto con cada nota y acompaña las cadencias, las subidas y bajadas, las escalas primorosas y las pausas como quien escucha una historia mágica...
La escena aparece claramente delante de mí ahora, y una punzada de dolor me apreta el pecho al pensar em mi madre. Cuánta sensibilidad y ansias sofocada entre las páginas de esos libros estériles y sin personajes! Economía, geografía, planeamiento, números, gráficos, estadísticas, alimentación, organización... Estantes obscuras y llenas de polvo que se tragaron sin piedad los sueños de mi madre, mataron su creatividad y mutilaron sus deséos... Qué tristeza recordar hoy sus manos desgranando aquella serenata en las teclas del viejo piano de la madrina, en esa sala de techo alto y paredes manchadas!... Ella, que iba todo mes a la ópera, que recordaba cada película, cada nombre, cada escena en sus mínimos detalles! Ella, que representaba para nosotros las historias que leía o veía en el cine, transformandose con pasión en cada uno de los personajes! Ella, que dibujaba ropas para actores y actrices de piezas que estaban para ser escritas!... Qué fué de todo eso? Por cuál maldad de la vida -llamada obediencia- aquello fué silenciado, sacrificado? Dónde estaría mi madre hoy, quien sería si le hubieran dado la oportunidad de seguir sus sueños? Quién es realmente, si consideramos este pedazo que está faltando? Dónde y cuándo terminó la artista y empezó la representación de la señora bien casada, bibliotecaria eficiente y dueña de casa, madre responsable? Esas "resbaladas" de carácter como cantar, danzar, reírse en voz alta, llegar siempre atrasada, dibujar, abrir comercios que siempre quebraban o ver todas las películas que podía pagar son rescoldos de aquella bailarina que quedó trancada en algún cuarto sin luz, pero que todavía murmura en su corazón?... Si no nos arrebatasen, por los más diversos motivos y las más variadas disculpas, nuestros sueños, quiénes seríamos de verdad? Dónde estaríamos? Qué habríamos hecho? Cómo sería nuestra historia hoy?... Ciertamente bien diferente.