domingo, 28 de novembro de 2021

     Estoy siendo repetitiva, ya lo sé, pero realmente no le deseo a nadie una artritis reumatoide em las manos... Hoy casi no estoy consiguiendo digitar em el teclado de tan trabadas y adoloridas que están!... Mas, como las ganas de botar para afuera toda esta maravillosa inspiración que me rodea y tengo dentro de mí es tan grande e imperativa, acá estoy, sentada en mi escritorio, escuchando la canción del viento allá afuera y los pájaros al rededor, respirando hondo y cumpliendo mi vocación... Y más tarde voy a pintar!...

 

    Cuáles son los milagros que iluminan nuestra vida? Pues son todo aquello que nos rodea: el pan, el agua, las flores, los pájaros, las nubes, el trabajo, las conquistas, las lecciones, el maestro que subsiste en cada persona que encontramos. Pequeños y grandes descubrimientos, pequeñas y grandes transformaciones, pequeños y grandes éxitos. Las palabras, las miradas, los gestos. Pensar, entender, concluir, son milagros constantes que nos ayudan a crecer y a aproximarnos de lo divino que permea cada segundo.

    Em este instante pensemos em el milagro que es nuestra vida y en cómo llegó a eso. Es que los milagros se obtienen, no son gratis, dependen de nuestra fe, de nuestra perseverancia. Merecemos el milagro porque luchamos por él, porque nos aventuramos –mismo llenos de duda y dolor, exhaustos, resentidos, vacíos- en el universo de lo nuevo, de lo que nos aguarda, de aquello que merecemos porque somos hijos de Dios.

 

 

 


quinta-feira, 25 de novembro de 2021

 

    Bueno, yo creía que tener un computador agonizante era penca –a pesar de que ahora ha estado impecable- pero en verdad, creo que peor es tener artritis reumatoide severa... Uno empieza a escribir y después de un tiempo los dedos se “engatillan” y se traban... y ahí se acabó la inspiración y la capacidad física de continuar... Pero no importa. Ya sé que la tendencia es ir empeorando, sin embargo, no pretendo echarme a morir ni rendirme ¡y voy a continuar escribiendo ni que tenga que  apretar las teclas con la nariz!. Entonces, vamos que se puede!

 

 

   Es increíble cómo somos capaces de olvidarnos de lo obvio, de lo esencial, que es el cimiento sobre el cual, al final, construimos nuestra vida. Y lo más divertido es que por más que nos compliquemos y nos disfracemos y nos llenemos de reglas, manías, conveniencias, prejuicios, vanidades e ilusiones, lo obvio continúa allí, lo esencial continúa siendo esencial, lo que es bueno no muda y lo que es malo siempre nos lastima, nos detiene, nos deforma... Precisamos tener consciencia de esto, no perderlo de vista, continuar usándolo para nortear nuestra existencia, para impedir que ésta se pierda en las trampas que nosotros mismos creamos. Lo obvio, lo simple, lo esencial, son puertas para los misterios y las respuestas de la vida. Abrazan mucho más que sólo aquello que vemos o sentimos. Lo sobrenatural es esencial, es obvio, forma parte indivisible de lo  aparentemente banal.

segunda-feira, 15 de novembro de 2021

 

  Caramba, tener un computador con un virus fatal, en estado terminal, es jodido. Hay un tiempo limitado para escribir, publicar y guardar cosas importantes, porque en cualquier momento, puf!... Se desconecta y uno se queda sim tener qué hacer, sin saber si lo que estaba escribiendo fue salvado o no... En fin, la cosa es respetar su situación y aprovechar al máximo lo que le resta de vida útil hasta poder comprar uno nuevo.

   Entonces, sin más demoras, aquí voy, antes de que el pobre se desmaye!

 

 

   Libertarse de lo viejo, abandonar el peso muerto. No insistir en el pasado. Aprender a perder. Esta es un verdadero arte, una virtud que no tiene precio. Uno se agarra al mal conocido  em vez de aventurarse em lo desconocido que, si vivenciado, no lo será por mucho tiempo y así dejará de ocasionarnos duda y recelo. La muerte sólo viene una vez y se lleva lo que está muerto, lo que pertenece a su dominio.¡ Pero nosotros estamos vivos! ¿Por qué seguirla, entonces? ¿Nuestro apego a las cosas muertas es mayor que las ganas de vivir, de buscar, de encontrar? El miedo de no encontrar es grande, la falta de fe en nosotros mismos aniquiladora, mas nunca se supo de alguien que procurase y no encontrase.  ¿Qué cosa? ¿Fracaso? ¿Respuestas? ¿Una vida nueva?... Pienso que esto depende de con qué espíritu procuramos y de qué manera interpretamos lo que encontramos.

Nunca hay “nada”. Siempre hay “algo”. Hasta em la espera por ese “algo” hay esperanza, ansiedad, perseverancia, optimismo, si realmente esperamos alguna cosa.

 

 

terça-feira, 2 de novembro de 2021

 

  Reencuentros, familia, recuerdos, amor que nunca disminuye ni cambia. Cariño sincero y profundo, sin prejuicios ni sentencias... Son lazos indestructibles, que pasan de generación en generación, y somos nosotros quienes tenemos el deber, la misión de pasarlos adelante, de enseñarlos, de vivenciarlos y compartirlos con quienes nos rodean... Y fue todo eso que reaprendí este final de semana, en el casamiento de la hija de mi primo hermano, Cristián Labbé, a quien no veía hacía algunos años... Benditas sean todas las familias que permanecen unidas a través de las generaciones...

 

 

    Veo los árboles balanceando suavemente, las ramas de las enredaderas, la maleza em los terrenos vacíos, las ropas coloridas em el tendedero. Las campanas cantan, danzando bajo el impulso del viento invisible. Las hojas secas ruedan por las veredas, los volantines piruetean en cielo, las nubes mudan de forma. Esa energía sin cuerpo, y sin embargo tan poderosa, viene y toca mi rostro, desordena mis cabellos, hace mi falda ondular... El lleva y trae, con sus mil sonidos y ritmos. Viento que barre océanos, valles e montañas que yo nunca vi y continúa en movimiento, siempre, como el tiempo, que también transcurre para personas que no conozco, para acontecimientos de los que no soy testigo. Tiempo y viento, omniscientes, inmutables. Ambos traen mensajes, visiones. No se sabe de dónde vienen ni para dónde van, invisibles, poderosos, compañeros, enemigos. Imagino al viento trayendo al tiempo, transcurriendo juntos, revelándonos el futuro inmediato, el movimiento perenne de la vida, sus constantes transformaciones.

  El viento y el tiempo pasan por mí en cuanto estoy sentada aquí, escribiendo.