quarta-feira, 29 de dezembro de 2021

 Casi el último día del año. La última semana... Esperanza? Miedo? Frustración? Tristeza? Emoción?... Lo que fue, ya fue, ahora tenemos la chance de recomenzar, de renovar, de crear nuevos caminos y recorrerlos con coraje y optimismo. ¿Serán diferentes? ¿Serán una nueva versión? No lo sabemos aún, mas hay que intentarlo. Yo ya comencé el mío y pretendo seguir en frente, mismo se existirán tropiezos. No importa, la cosa es estar ahí, vivo y vibrante, conectado. Estar, ser. ¡Eso sí que es un feliz año Nuevo!

 

 

     Existe mejor forma de redimirnos, de realizarnos, de encontrarnos  que a través de nuestras acciones? Y si este actuar envuelve el amor, mejor entonces. Amar lo que hacemos. Hacer lo que amamos... Los tres bailarines em el filme “One last dance”, con Patrick Swayze, su esposa Lisa Niemi y George de la Peña, em aquella última coreografía em la cual todas las heridas y frustraciones, los miedos y dolores fueron lavados em el esfuerzo, em el sudor, em los movimientos sentidos em el alma, me emocionaron profundamente, pues percibí cómo realizar nuestra vocación puede curarnos, erguirnos, purificarnos y transformarnos. Nos santifica porque siempre hay un toque divino em ella. Es donde mejor nos expresamos, donde más nos entregamos, donde nos donamos sin límites. Aquellos bailarines ya maduros, con menos performance física, y mesmo así yendo al palco a reencontrar sus verdades, me enseñaron que siempre hay tiempo, siempre existe una oportunidad, siempre hay espíritu para alcanzar muestro objetivo de la realización, de la cura, de la felicidad. Porque ese es o nuestro destino.

 

 

  

sexta-feira, 24 de dezembro de 2021

 

 

    Y llega la Navidad una vez más, pero esta tiene un algo de derrota, de tristeza e incerteza, incluso de miedo por el futuro de nuestro amado país después de estas elecciones chantas, lideradas por gente sin noción, sin historia, presa a ideales sin sentido, agarradas a un pasado que ya no existe y que ellos tratan mantener presente en la mente del pueblo sólo para tener el gustito de la venganza sin sentido y del poder que “les robaron” durante treinta años... Mas, será que merecen tenerlo?...

 

 

    ¡Cómo es bueno sentir los aromas de la vida!... Ropa lavada, carne em la parrilla, porotos granados, tierra mojada, café, flores, pan, sopa, choclo, queque, pasto... Vengo por la calle y ellos surgen, me envuelven, me despiertan. Vienen despacito, o como una ola, desde las cocinas, los jardines, las veredas, las panaderías y restaurantes, y yo respiro hondo, dejo que tomen cuenta de mí y me recuerden la vida a mi alrededor, las cosas de cada día, la dulce rutina del hombre y su universo, la rutina de la creación. Es así como los aromas y los sonidos también me rodean y traen la sinfonía de la vida hasta mí: pájaros, motores, radios, ladridos, voces, lluvia, teléfonos, campanas... Aromas, sonidos, movimiento perpetuo y yo, tan viva cuanto ellos, tengo el don maravilloso de percibirlos.

domingo, 12 de dezembro de 2021

 

    ¡Caramba, y yo que pensé que el invierno se había acabado!... Hace algunos días, 34 grados y un sol de freír huevos, y  estos dos últimos nublado, amenazando llover, frío, viento... Quién entiende?... Y después hay gente que dice que no está pasando nada con el cambio climático... Mas, para eso tengo unos cobertores, una estufita y mucho tecito calientito, entonces, vamos a trabajar!.

 

    La paciencia es una virtud de muchas faces, pues es diferente en cada caso. A veces precisa ser lenta y persistente, otras silenciosa. A veces es necesario que hable, que presione, otras, que deje al otro libre. Algunas veces tiene que elogiar, otras cobrar, criticar. Puede incentivar, sugerir, o entonces, permanecer quieta y permitir que la experiencia acontezca por si sola... Paciencia es espera, es amor, es percepción, es estar totalmente abierto al tiempo y al movimiento del otro, es acompañar sus evoluciones, es oír, observar, esperar. Esperar siempre lo mejor. Esperar que la puerta se abra, que la luz se encienda, que la mente comprenda, que la armonía tome cuenta del gesto. Adecuar nuestro ritmo al ritmo del otro, nuestras palabras, nuestras expectativas. Ver con los ojos del otro, trabajar con la energía del otro.

    Ser paciente es salir de nosotros mismos y ser el otro, visto con nuestros ojos y con sus ojos. Es el equilibrio entre estas dos miradas.

 

 

 

domingo, 5 de dezembro de 2021

 

 

 

   Hoy la cosa va a arder, literalmente...¡ Treinta y tres grados sin ni una nubecita em el cielo!. Por lo menos hay un viento ahora por la mañana, aún fresco, mas el sol ya empieza a esparcir su calor sofocante.¡ Ni quiero imaginar cómo va a estar a las cuatro de la tarde, cuando me despierte de mi siesta y me siente para pintar!.... Bueno, por lo menos este calor será puro, sin contaminación, y los pájaros continuarán cantando y volando, el paisaje verde y el cielo azul... Eso ya compensa el sofoco...

 

 

   Quién es mi maestro?... Creo que cada uno que cruza mi camino. Todos tienen algo que enseñarme, pues en todos ellos vive la chispa divina, el propio Dios. Por eso no sólo es verdad que “Aquello que hicieres al menor de los míos, es a Mí a quien hicisteis”, mas también: “Aquello que el menor de os tuyos me hizo, fuiste Tú quien lo hizo”.

   Todos[  somos maestros unos de los otros. Asumiéndolo o no, todos poseemos un bien que ilumina a los otros, todos tenemos el don de enseñar. Sin embargo, debemos tener y cultivar también el don de la humildad, que nos posibilita aprender de nuestros hermanos. Ser un maestro es tan importante cuanto ser un discípulo. Sólo aprendiendo podremos enseñar. Somos unos complementos de los otros. Criaturas únicas, construidas del saber universal que se muestra, mas no se impone. La diversidad es infinita entre maestros e alumnos, por eso su sabiduría es infinita también.

Aprendamos la vocación del maestro, sin embargo, practiquemos primero la vocación de alumno.

 

domingo, 28 de novembro de 2021

     Estoy siendo repetitiva, ya lo sé, pero realmente no le deseo a nadie una artritis reumatoide em las manos... Hoy casi no estoy consiguiendo digitar em el teclado de tan trabadas y adoloridas que están!... Mas, como las ganas de botar para afuera toda esta maravillosa inspiración que me rodea y tengo dentro de mí es tan grande e imperativa, acá estoy, sentada en mi escritorio, escuchando la canción del viento allá afuera y los pájaros al rededor, respirando hondo y cumpliendo mi vocación... Y más tarde voy a pintar!...

 

    Cuáles son los milagros que iluminan nuestra vida? Pues son todo aquello que nos rodea: el pan, el agua, las flores, los pájaros, las nubes, el trabajo, las conquistas, las lecciones, el maestro que subsiste en cada persona que encontramos. Pequeños y grandes descubrimientos, pequeñas y grandes transformaciones, pequeños y grandes éxitos. Las palabras, las miradas, los gestos. Pensar, entender, concluir, son milagros constantes que nos ayudan a crecer y a aproximarnos de lo divino que permea cada segundo.

    Em este instante pensemos em el milagro que es nuestra vida y en cómo llegó a eso. Es que los milagros se obtienen, no son gratis, dependen de nuestra fe, de nuestra perseverancia. Merecemos el milagro porque luchamos por él, porque nos aventuramos –mismo llenos de duda y dolor, exhaustos, resentidos, vacíos- en el universo de lo nuevo, de lo que nos aguarda, de aquello que merecemos porque somos hijos de Dios.

 

 

 


quinta-feira, 25 de novembro de 2021

 

    Bueno, yo creía que tener un computador agonizante era penca –a pesar de que ahora ha estado impecable- pero en verdad, creo que peor es tener artritis reumatoide severa... Uno empieza a escribir y después de un tiempo los dedos se “engatillan” y se traban... y ahí se acabó la inspiración y la capacidad física de continuar... Pero no importa. Ya sé que la tendencia es ir empeorando, sin embargo, no pretendo echarme a morir ni rendirme ¡y voy a continuar escribiendo ni que tenga que  apretar las teclas con la nariz!. Entonces, vamos que se puede!

 

 

   Es increíble cómo somos capaces de olvidarnos de lo obvio, de lo esencial, que es el cimiento sobre el cual, al final, construimos nuestra vida. Y lo más divertido es que por más que nos compliquemos y nos disfracemos y nos llenemos de reglas, manías, conveniencias, prejuicios, vanidades e ilusiones, lo obvio continúa allí, lo esencial continúa siendo esencial, lo que es bueno no muda y lo que es malo siempre nos lastima, nos detiene, nos deforma... Precisamos tener consciencia de esto, no perderlo de vista, continuar usándolo para nortear nuestra existencia, para impedir que ésta se pierda en las trampas que nosotros mismos creamos. Lo obvio, lo simple, lo esencial, son puertas para los misterios y las respuestas de la vida. Abrazan mucho más que sólo aquello que vemos o sentimos. Lo sobrenatural es esencial, es obvio, forma parte indivisible de lo  aparentemente banal.

segunda-feira, 15 de novembro de 2021

 

  Caramba, tener un computador con un virus fatal, en estado terminal, es jodido. Hay un tiempo limitado para escribir, publicar y guardar cosas importantes, porque en cualquier momento, puf!... Se desconecta y uno se queda sim tener qué hacer, sin saber si lo que estaba escribiendo fue salvado o no... En fin, la cosa es respetar su situación y aprovechar al máximo lo que le resta de vida útil hasta poder comprar uno nuevo.

   Entonces, sin más demoras, aquí voy, antes de que el pobre se desmaye!

 

 

   Libertarse de lo viejo, abandonar el peso muerto. No insistir en el pasado. Aprender a perder. Esta es un verdadero arte, una virtud que no tiene precio. Uno se agarra al mal conocido  em vez de aventurarse em lo desconocido que, si vivenciado, no lo será por mucho tiempo y así dejará de ocasionarnos duda y recelo. La muerte sólo viene una vez y se lleva lo que está muerto, lo que pertenece a su dominio.¡ Pero nosotros estamos vivos! ¿Por qué seguirla, entonces? ¿Nuestro apego a las cosas muertas es mayor que las ganas de vivir, de buscar, de encontrar? El miedo de no encontrar es grande, la falta de fe en nosotros mismos aniquiladora, mas nunca se supo de alguien que procurase y no encontrase.  ¿Qué cosa? ¿Fracaso? ¿Respuestas? ¿Una vida nueva?... Pienso que esto depende de con qué espíritu procuramos y de qué manera interpretamos lo que encontramos.

Nunca hay “nada”. Siempre hay “algo”. Hasta em la espera por ese “algo” hay esperanza, ansiedad, perseverancia, optimismo, si realmente esperamos alguna cosa.

 

 

terça-feira, 2 de novembro de 2021

 

  Reencuentros, familia, recuerdos, amor que nunca disminuye ni cambia. Cariño sincero y profundo, sin prejuicios ni sentencias... Son lazos indestructibles, que pasan de generación en generación, y somos nosotros quienes tenemos el deber, la misión de pasarlos adelante, de enseñarlos, de vivenciarlos y compartirlos con quienes nos rodean... Y fue todo eso que reaprendí este final de semana, en el casamiento de la hija de mi primo hermano, Cristián Labbé, a quien no veía hacía algunos años... Benditas sean todas las familias que permanecen unidas a través de las generaciones...

 

 

    Veo los árboles balanceando suavemente, las ramas de las enredaderas, la maleza em los terrenos vacíos, las ropas coloridas em el tendedero. Las campanas cantan, danzando bajo el impulso del viento invisible. Las hojas secas ruedan por las veredas, los volantines piruetean en cielo, las nubes mudan de forma. Esa energía sin cuerpo, y sin embargo tan poderosa, viene y toca mi rostro, desordena mis cabellos, hace mi falda ondular... El lleva y trae, con sus mil sonidos y ritmos. Viento que barre océanos, valles e montañas que yo nunca vi y continúa en movimiento, siempre, como el tiempo, que también transcurre para personas que no conozco, para acontecimientos de los que no soy testigo. Tiempo y viento, omniscientes, inmutables. Ambos traen mensajes, visiones. No se sabe de dónde vienen ni para dónde van, invisibles, poderosos, compañeros, enemigos. Imagino al viento trayendo al tiempo, transcurriendo juntos, revelándonos el futuro inmediato, el movimiento perenne de la vida, sus constantes transformaciones.

  El viento y el tiempo pasan por mí en cuanto estoy sentada aquí, escribiendo.

 

 

 

quarta-feira, 27 de outubro de 2021

 

Es tanta música, tanto paisaje perfecto, tanta inspiración y ganas de hacer, que mal puedo esperar a que el día amanezca para comenzar a vivir otro poco y hacer mucho... Es casi abrumador, pero yo voy a seguir adelante, pues tanta belleza e inspiración no pueden ser desperdiciadas, entonces, una vez más, agradecida por todo, aquí voy!...

 

 

    Vuelvo del gimnasio y al dar vuelta la esquina me encuentro con aquella chiquillada toda saliendo del portón de dos casas vecinas, tomadas de las manos, lideradas por una niñita un poco mayor que los otros. Están em una alegría sin tamaño, riendo y gritando, saltando, despidiéndose de las mamás que, soñolientas y envueltas en sus casacas de lana, sonríen y les hacen todo tipo de recomendaciones... Curiosa delante de tanta agitación y felicidad, disminuyo el paso para saber el motivo. A fila –con la mayor al medio de ella, importante y seria en su misión- pasa a mi lado, llamando a un último niño que se quedó rezagado. Cuánta emoción em sus caritas! Ojos brillantes, corazones acelerados, piernas em una prisa llena de expectativa. “¿Cuál es la aventura?”, me pregunto, contagiada por su ansiedad. Entonces escucho a una de las mamás avisar: “Si el parque está cerrado se vuelven y no se quedan tonteando por ahí, oyeron?”... El parque de  juegos, em la pequeña plaza a dos cuadras, virando la esquina... Sonrío, apartándome del grupo bullicioso. Y  allá van ellos, rumbo a su aventura, pasando por lugares desconocidos, encontrando extraños, espiando a aquellos monstruos de cuatro ruedas que reinan absolutos y asustadores em el asfalto negro y brillante. Allá se van, vibrando em aquella sensación impagable de estar creciendo, enfrentando la vida y sus desafíos, em esa gloriosa independencia de los padres, em aquel hálito tembloroso de salir para procurar la felicidad, la realización...Hoy en los juegos del parque de arena a dos cuadras de casa. Mañana, en la fiesta em el club. Después, en la universidad. En el trabajo, aún más lejano y desafiante. En el amor, cuando parece que todos los lazos con el pasado se rompen... Mientras busco la llave en mi bolsa, me pregunto si conservamos siempre aquella alegría virgen y original, aquella emoción risueña y llena de optimismo delante de la aventura de lo desconocido, o si preferimos encarar nuestro futuro llenos de miedo y pesimismo, sin fe en nuestra capacidad de salir adelante... Coloco la llave em la cerradura y la hago girar. Ella emite un chasquido y la puerta se destranca. Pero, pienso: “Es el sonido del futuro que se avecina y sólo yo tengo el poder y la voluntad de hacerlo acontecer.”... Y mi corazón vuelve a la imagen de aquellos niños, tomados de las manos, rostros brillantes y llenos de alegre prisa, a camino de su aventura. Y pienso que es así mismo que yo quiero abrir la puerta y entrar en todo aquello que me aguarda.

 

 

 

sábado, 16 de outubro de 2021

 

 Dos semanas sin computador… Ya estaba volviéndome loca de tantas ganas que tenia de escribir este montón de ideas que dan vuelta sin parar en mi cabeza… Pero finalmente mi bebé está aquí, entonces… Aquí vamos de nuevo!...

   

A qué somos fieles? A ideas, a personas, a luchas, a religiones, a sueños, a misiones. Mas, sobre todo, somos fieles al amor, que nos hace cargar todas estas banderas que sostienen y le dan forma a nuestras acciones. Cada uno tiene que ser fiel a aquello que escogió. Y esta opción debe ser siempre traspasada por el amor. Así,   nuestra fidelidad dará frutos que todos podrán comer.

 

 

 

Me quedo mirando los rostros, las ropas, las poses, los paisajes urbanos o rurales atrás de las personas a veces serias, a veces sonriendo. Expresiones en negro y blanco, algo señorial y distante, otros tiempos, otras historias, otros conceptos, tal vez los mismos sueños de felicidad... Las fotografías antiguas me dan aquella sensación de realidad extraordinaria, de enfrentar personas y lugares que nunca conocí y que ya no existen más. Es, de cierta forma, como mirar a la muerte, a algo remoto, sin embargo tan real como yo misma, hoy, aquí. Porque ellos tuvieron su presente también, y fue tan real y lleno de vida y acontecimientos cuanto el mío! No es extraño el pasado asaltándonos así, tan actual y concreto, a través de una fotografía? Cuánto podemos descubrir o imaginar mirándola?... Me pregunto: cuando alguien mire una fotografía mía, cuánto de mi verdad irá a descubrir? Qué estaré diciéndole a aquellos que estén mirándome em el futuro?

 

segunda-feira, 27 de setembro de 2021

 

Día de milagros? De revelaciones? De inspiración y felicidad? Día de reencuentro, de perdón, de gratitud?... Creo que todo eso junto y todavía más, tanto que ni consigo traducir... Hasta parecía que era el día de mi cumpleaños!... Abran bien los ojos del cuerpo, de la mente y del alma y verán de lo que estoy hablando.

   Medio misterioso, no?... Pero hagan la prueba y después me cuentan...

 

Siempre me llamó la atención esta frase anónima: “No hay que buscar nuevos paisajes sino mirar el paisaje con nuevos ojos”. Me parecía un poco desconcertante, como si el consejo fuera permanecer parado, sin ir en busca de nuevos horizontes en la vida. ¿Era una frase digna de ser publicada y conocida? Pero me quedé pensando en ella. Vengo recordándola desde que la leí en esa hoja de papel pegada en la pared de una de las salas de la  Fundación Cultural. Quién la había impreso y colocado allí? Con qué propósito?... Sin respuesta.

   Pero entonces, aconteció que otro día volvía del centro al final de la tarde, por aquella misma calle de siempre cuando, no sé por qué, decidí atravesar y venir caminando por la otra vereda. Primero no percibí nada, pero después de andar algunos metros, erguí los ojos y los dejé ir por la calle abajo. Qué sorpresa! Una visión totalmente diferente, nueva, de la vieja calle, se descorrió delante de mí! Paré, totalmente sorprendida. Cómo eran distintas las cosas desde este outro ángulo! Las sombras, los árboles y las casas, la perspectiva de las otras calles perpendiculares, de los jardines, de los colores...     ¡Hasta los sonidos parecían tener matices diferentes! Estaba pasmada. Mudar el ángulo –los ojos- muda realmente el paisaje. Todo es nuevo, tiene otras dimensiones, Uno ve lo que no veía desde la otra posición. Todos los conceptos se reformulan, secretos son revelados, nuestra propia postura muda... Viejo paisaje, nuevos ojos, transformación. Comprendí entonces aquella frase de la hoja en la pared. No hay que cansarse de mirar, pues el paisaje posee mil matices y lecciones que solamente con nuevos ojos, nueva disposición, podremos ver y aprovechar. La rutina es una asesina. Nos aplasta, nos embrutece, pero somos nosotros mismos quienes permitimos que nazca, crezca y se instale en nuestras vidas aniquilándolas, robándoles la alegría, el frescor, la creatividad, la percepción, la inocencia, volviéndonos viejos parados y hastiados, sin esperanza.

   Encarar la vida cada día como el milagro y la diversidad que es, es un tónico para la salud y el crecimiento del alma. Basta una pestañada y todo habrá mudado, inclusive nosotros mismos.

 

segunda-feira, 20 de setembro de 2021

 

Hoy siento que di un paso atrás... pero en el mejor  de los sentidos. Después de tanto tiempo, uno que creía que jamás acabaría, vuelvo a ser yo al escribir, y ustedes saben que para mi, esta vocación, así como componer, coreografiar o dibujar, es la más importante de todas ellas, pues es la que más me ayuda a entender, a descifrar, a aprender y disfrutar todo lo que hay dentro de mi u a compartirlo con ustedes e todos los que me rodean... Inicio de primavera, renacimiento, reencuentro... Las revelaciones, los caminos y la felicidad me aguardan, junto con la verdadera paz!... Como dice mi nombre...

 

 

Me pregunto hasta que punto alguien puede ser capaz de mudar para ser amado, valorizado, aceptado. Cuánto de nosotros aceptamos sacrificar, esconder, aniquilar para no vernos aislados, para no ser abandonados? Qué precio osamos pagar para no ser juzgados o condenados, criticados?... La coherencia entre lo que somos y lo que aparentamos en pro de la estima y el elogio de los demás es nula. Somos dos seres en eterno conflicto, llenos de dudas, de luchas sin tregua, de choques y contradicciones por cuenta de esa incoherencia... Y cómo queremos, cómo necesitamos ser amados para poder sobrevivir! Cómo nos duele el desprecio y la indiferencia de los otros! Cómo es dulce el cariño, el elogio, la sonrisa, la aprobación, el calor de la sociedad!.

Y ahora me pregunto: ¿no sería mejor cambiar para amar en vez de para ser amado? Qué enorme diferencia! Lo mejor de nosotros vendría a flote, haríamos tanto bien, llegaríamos tan lejos! Ganaríamos infinitamente más que sólo siendo amados. Mudar para amar no mutila, da alas. No duele, nos hace florecer. Nos integra, nos identifica, nos entibia, nos purifica. Nos salva.

Amar e y ser amado: uno consecuencia del otro.

 

domingo, 12 de setembro de 2021

 

Bueno, yo había dicho que el  Sr. Invierno se había cansado e estaba a fin de irse de uma vez, mas parece que todavía quiso dar una última señal de vida este fin de semana e nos brindó una tempestad de lluvia y viento –que aún continúa hoy y mañana por la mañana- pero no me intimida, no. Continúo feliz de estar aquí y de vivir lo que estoy viviendo... Volver a ser quien yo era y a tener lo que mi espíritu tenía de magia e inspiración, de percepción y comunicación no tiene precio. ¡Entonces, Sr. Invierno, puede continuar con sus alardes que no voy a entregarle mi felicidad ni que um rayo caiga en mi jardínl!...

 

Voy temprano al centro. Sábado por la mañana. Cuentas para pagar. Hay uma frescura más de primavera que de otoño. Brisa perfumada, cielo azul... Las mañanas tienen um no sé qué de renovación, de promesa, de inocencia y vigor que siempre me encanta, por eso me gusta levantarme temprano, para dejarme abrazar por esta vibración generosa y vital que se extiende por las calles, por los jardines, por las casas y almacenes donde los vecinos lavan las veredas, refregándolas con el escobillón y detergente. El aire queda aún más perfumado, húmedo, limpio como el  suelo. El água se lleva el dia anterior y su ajetréo, sacude los restos de la noche, alarga el milagro del amanecer desconocido... Lavar la vereda cada mañana es como un ritual y todos parecen tan animados y empeñados restregando y enjuagando! Se saludan, llenos de optimismo, se deseam buenas cosas, se animan mutuamente para vivir este nuevo dia. Es contagioso... Respiro profundo y sonrío, mirando mi reflejo em las pozas de água de la vereda. Mi alma parece lavada tambiém, renovada, perfumada, revigorada. Veo en la calle lo que tambiém podemos hacer en nuestro corazón: limpiarlo, renovarlo, adornarlo cada dia, olvidando los resentimientos y dolores del día anterior y la obscuridad de la noche. Hacerlo vivir em una eterna mañana, lleno de fé e inocencia.

La vereda lavada, todavía mojada, es el camino de cada momento.

 

 

 

domingo, 29 de agosto de 2021

 

    Bien, parece que finalmente el Sr. Invierno se cansó después de esa última semana de fuertes lluvias y está queriendo retirarse para su merecido descanso... Tanta lluvia fue medio chato, pero la tierra calmó su sed, el aire quedó más limpio, si cabe (porque en Santiago el aire “ limpio” duraba sólo hasta el medio día. Después volvía aquella fea nube grisácea y sofocante) el sol comienza a brillar más temprano, nuevos pajaritos me despiertan con su canto por las mañanas y el cielo es de un azul escandaloso!... Em fin, la belleza de este lugar está siempre presente, mas cuando va llegando la primavera o el otoño, es simplemente de tirar el aliento!... No puedo estar más feliz.

 

   Mirando por la ventana del segundo piso, mientras me elongo junto con los otros alumnos al son de una música suave, reparo de repente em la copa del árbol que crece delante de ella, mas esta vez con una mirada diferente. Siempre me coloco frente a la ventana para ver el movimiento en la calle, los pájaros, el viento balanceando las ramas, las hojas danzando. Esto me ayuda a pensar y también a olvidar los dolores del esfuerzo físico. Así, miro continuamente este árbol, lo conozco bien, mas hoy percibo algo diferente: está todo lleno de nuevas hojas y brotes que luego se abrirán. Algunas flores ya se muestran, tímidas, em las ramas más expuestas al sol. Sin embargo, mirando mejor, puedo distinguir otras más ocultas en medio del follaje oscuro y quieto. También allí está lleno de brotes  blancos y rosados. Las flores se van a abrir y mostrar su belleza mismo escondidas, y darán su contribución a la hermosura del árbol a pesar de no ser vistas por nadie. Pero florecerán, sin duda. Cada rama tendrá sus flores, no importa si conseguimos verlas.

Pestañeé varias veces, fascinada delante de esta revelación. Pues no es así con nosotros también? Nuestras cualidades pueden florecer no importa dónde estemos, ni lo que hagamos. Y no porque no vemos las cualidades em el otro quiere decir que él no las tiene. ¿Cómo podemos ver las ramas escondidas desde un único ángulo? Habría que ver el árbol en su totalidad para poder descubrir y apreciar toda su belleza. El esplendor a veces se oculta a nuestros ojos, por eso no podemos juzgar y menos condenar a nadie. Quién sabe él sólo aparece a los ojos de Dios?...

 

 

 

terça-feira, 17 de agosto de 2021

 

    Lluvia, lluvia, lluvia... Pequeñas gotas escurriendo por el vidrio, primero separadas, poco a poco se van  juntando, formando un camino nuevo, nuevas formas, movimientos inesperados, pero bellos... Juntos, pienso, con apoyo e cariño podemos tener sorpresas sensacionales, capaces de mudar por completo nuestra existencia, como aconteció conmigo gracias a mi hija y su novio, mi hijo, mis perritas,  nuestra adorable y eficiente señora del aseo, María, estos vecinos... Em fin, qué más puedo decir?...

    Continúa lloviendo. Va a llover la semana toda, mas a mi no me importa porque voy a tener largas conversaciones con esas gotitas en mi ventana...

 

 Qué tipo de persona quiero ser? De aquellas que levantan a los otros, o de aquellas que destruyen sus sueños, sus acciones, sus opiniones y trabajos?... Si tuviésemos real conciencia de lo que nuestra intervención puede acarrear para la vida de otros, con certeza seríamos bien más cuidadosos. Mas somos, por el contrario, tan descuidados en nuestras actitudes, tratando a los otros como extraños con los cuales no tenemos ningún vínculo! Nuestra compasión está sepultada bajo el peso destructor de nuestro egoísmo, de nuestra vanidad, de nuestro orgullo, de nuestra ambición. Así como las acciones de otros a veces pueden  derribarnos, así también debemos pensar que las nuestras pueden hasta destruir a alguien si no tomamos cuidado. Por qué no tener por los sueños de los otros la misma ternura y consideración que tenemos por los nuestros? Por acaso no están todos entretejidos en algún punto de nuestra historia? En el fondo, no son todos la misma cosa? Todos los caminos que escogemos pretenden llevarnos a un mismo fin: el amor. Y el primer paso de este camino puede muy bien ser el apoyo, el cariño y la complicidad que nuestros hermanos necesitan para comenzar su propia caminada.

 

 

sexta-feira, 6 de agosto de 2021

 

   No piensen que me olvidé de escribir... No, es que mi pc estaba –de nuevo- en reparaciones, y ahora, -FINALMENTE- está totalmente actualizado, moderno, veloz y todo lo demás... Ahora soy yo quien tiene que actualizarse y aprender a escribir de nuevo!...

 

 

                                       “NADA EN LA MENTE”

                                         

“Nada en la mente”, le dice el muchacho al aprendiz de samurái, queriendo significar que tiene que concentrarse solamente en su espada de bambú, en los movimientos de su adversario y en los suyos propios y olvidar todo lo demás. El aprendiz obedece, cierra los ojos y todo su espíritu y su cuerpo se centran en la espada y en el adversario. La lucha recomienza y, en este estado de consciencia, el aprendiz consigue, por primera vez, derrotar al maestro.

Dos o tres días después de haber visto la película “El último samurái”, y en medio de una conversación con una alumna, vino a mi mente esta escena, y las palabras del muchacho. Y de repente entendí lo que es aquel movimiento interior voluntario, aquel piscar que hace toda la diferencia cuando se está observando algo o a alguien. “Nada en la mente”. Paramos de prestar atención en que nos rodea e pasamos a concentrarnos únicamente en una cosa, en una acción, en una persona. Y es en ese estado de consciencia que conseguimos ser el otro, vivir el otro, comprender al otro. Salimos de nosotros mismos y de nuestro propio universo con sus pequeños dramas y alegrías y entramos voluntariamente en el universo del otro para verlo claramente, para escucharlo, para percibirlo en su real dimensión: en su humanidad. Creo que es así que Dios nos ve: como el milagro que somos.

 

 

quarta-feira, 14 de julho de 2021

 

LA PARED VIVA



 

    ¡Hoy día casi se me olvida saludarlos y hacer mi "presentación" del posteo de  este día!... Tan entusiasmada estoy por compartir con ustedes mis experiencias y lecciones... Este texto lo escribí cuando todavía vivía en Santiago y las cosas eran tranquilas y ordenadas y se podía disfrutar del paisaje, las personas y la historia sin marchas, gases lacrimógenos, gritos, sirenas, disparos y bombas... Sólo espepro que algún día mi amado Santiago vuelva a ser así, pero como va la cosa, no tengo muchas esperanzas. Ciertamente es un acontecimiento que contemplaré desde el cielo...


El lugar quedaba en Amunategui casi al llegar a Agustinas, donde el viento hacía de las suyas con los árboles, los vestidos, las bolsas plásticas, cabellos y sombreros. Era un enorme estacionamiento de pared celeste y una reja negra muy chueca y oxidada. Tenía el suelo con ripio, limpio y parejo, una casita de madera con un lavadero y un baño, un pequeño depósito para guardar neumáticos y los cupos de estacionamientos, también de madera, con sus respectivos números pintados en negro, todos muy limpios y organizados. Un impresionante y algo destartalado portón guardaba la entrada.

    Estaba rodeado por edificios altos –probablemente construidos después- pero sin ventanas, sólo muros grises y desnudos, con huellas de vigas y ladrillos. Parecían gigantes amenazadores cerniéndose sobre el pacífico y ordenado lugar, inmóviles y callados, como esperando para caerle encima en cualquier momento.

    Y era así en otoño e invierno. Pero cuando la primavera empezaba a anunciarse con sus brotes y perfumes, todo se transformaba. Casi no daba para notarlo durante la época fría, pero así que llegaba Septiembre empezaban a aparecer en esas rudas paredes que circundaban el estacionamiento unas pequeñas manchitas verdes que, poco a poco, alentadas por el sol y el calor, crecían y se transformaban en hojas que se dejaban resbalar por el concreto, formando una cascada asombrosa y gigantesca que casi cubría por completo los muros y la reja, cayendo graciosamente sobre el techo de los estacionamientos y balanceándose plácida y juguetona a merced del viento.

    Era una enredadera de edad incierta, que alguna vez alguien plantó en algún rincón del terreno y que en el invierno, seca y abatida, se volvía casi invisible sobre el cemento de los altos muros, pero que cuando sentía llegar la fuerza y la alegría de la primavera explotaba, crecía, tomaba cuenta de todo el lugar. Nadie sabía dónde empezaba o terminaba, pero allí estaba cada año adornando la rigidez inexpugnable de esas paredes muertas, haciendo su milagro… Entonces, ellas estaban vivas y ondulantes, susurrando belleza y danzando armonía.

    ¡Y daba un gusto pasar por esa esquina, porque uno también se sentía vivo!

 

 

                            

 

quinta-feira, 8 de julho de 2021

                                          CARIDAD


   Sé que había dicho que iba a empezar a publicar con regularidad, pero estas dos últimas semanas han sido una locura. ¡Nunca me saqué la ropa tantas veces en tan poco tiempo!... Aclarando: estuve haciéndome todo tipo de exámenes médicos que estaban atrasados porque en Santiago no se podía ni salir al balcón, entonces me la pasé más tiempo en consultorios que en mi oficina... Menos mal que inspiración no faltó y tengo bastantes anotaciones para desarrollar aquí, entonces... ¡Todo vuelve al normal!...

   Contar las veces a lo largo del día en que faltamos a la caridad nos dejaría espantados, de tantas que serían... Cómo somos llenos de mezquindades, de egoísmos, de mala intenciones y pensamientos, de envidia y pereza! Estos detalles que ni percibimos llenan nuestros universos de pequeñas espinas, de piedrecillas, de dolores que después nos asolan con una fuerza impresionante. El esfuerzo de un pequeño sacrificio no es tanto y su recompensa es inmensa. Practicar la caridad es un ejercicio, un aprendizaje inestimable, es el camino del crecimiento. Es un minuto, dos tres. Es un gesto, una mirada, una palabra. Es la intención que está en lo secreto de nuestro corazón. Es concentrarse en el acto de amar, pues es al amar que nos sentimos amados.


 

 

 

domingo, 20 de junho de 2021

                                                   ESTAR SOLA



    ¿Qué es estar sola?... ¿Es atemorizante, triste, irritante, aburrido, deprimente?... Pues yo digo que, si estás bien, es sensacional. Puedes hacer, decir, ver, escuchar, sentir lo que se te ocurra. El silencio, o la música, o la tv son amigos, no disfraces o escondrijos. Son inspiración, verdad. Te abrazan y te mecen como una madre si tú los dejas, si te mezclas con ellos, si permites que te disuelvan en un interminable suspiro de aceptación, de renovación constante... Créanme, sé de lo que hablo. 
 Esto no está siendo sacado de mi diario, no hay borradores, estoy escribiendo aquí, ahora, después de casi un año de silencio, tristeza, miedo y culpa. ¿Por qué?... Pues, por Santiago, el infierno en que mi amada ciudad se transformó -y que creo que ya no tiene remedio- no sólo por esta pandemia, sino por todo lo demás. Había que escapar, había que comenzar en otro lugar, había que salvarse del terror y la depresión. No podía continuar pesando 38 kilos y teniendo ataques de pánico... No, eso no es vivir. Vivir es ahora -aunque todavía me falta un poquito para terminar de acostumbrarme del todo, ¡como que todavía no me lo creo!- aquí, en esta nueva ciudad (Santa Cruz, hasta el nombre es simbólico!)  en el campo, rodeada por una naturaleza espectacular, por personas verdaderas, compatriotas, honestas, consideradas. Miro a mi alrededor y veo esas montañas que me rodean (estamos en el valle de Colchagua) y son tan acogedoras que hasta me hacen olvidar mi sed por ver la cordillera, además de que ya no daba para ver nada por la contaminación, las bombas e incendios, las marchas, los gritos, disparos, el gas lacrimógeno... Bueno, para qué sigo, no?... La cosa es que, gracias a mi hija y su novio estoy siendo capaz de recomenzar, de redescubrir, de querer de nuevo, de sentirme útil, inspirada, liviana, maravillada y conectada con el universo. Aquí hay cientos de pájaros, a los cuales volví a darles pan, árboles que parecen un cuadro, flores de miles de colores y formas, ferias llenas de comida fresca y barata, viento, perros, vecinos, jardines, plazas. ¡Hasta volví a robar flores y ramas para mis floreros!... Aquí haces una obra de arte con cuatro ramas y algunas flores, porque la variedad y belleza parecen infinitas...
              Bueno, de a poco voy a ir contándoles todo. Este posteo es más para anunciar que estoy de vuelta, que mis blogs estarán activos desde hoy porque ahora tengo mucho que contar. Estoy rodeada de cosas, paisajes, personas (y animales) que mantienen mi inspiración a mil!... Sólo la dejo pasar a veces porque me da flojera subir a mi estudio y prender el pc... Culpa de la artritis reumatoide, cosa de vieja rsrsrsrsrs... Pero aquí estoy, vivita y coleando, y con más ánimo que nunca!... Nos vemos!