sábado, 26 de fevereiro de 2011

360 grados

Y por fin se acabó la novela de misterio sobre mis achaques!... Ayer fuí al médico llevando la pila de exámenes que me pidió (este no es ninguno de los anteriores) y descubrimos que mi problema es una gran falta de calcio, lo que provoca fatiga muscular y todos esos síntomas antipáticos que estaban atacandome y dejándome tan preocupada... Menos mal que no se trata de nada muy grave y que tiene un tratamiento simple -que ya empecé- que en poco tiempo me vá a dejar nuevamente llena de energía y disposición. Realmente, estaba bastante preocupada con esto por causa del inicio de las clases, ahora en marzo, porque, ya se imaginan la situación? De repente paro el aula y les digo a los alumnos, mientras arrastro un colchoncillo hacia un rincón de la sala: "Bueno, ahora vamos a tener que parar un poquito porque tengo que dormir una media hora, ok?"... Al día siguiente estoy despedida!... Este año no voy a tener solamente un grupo de alumnos, sino  cuatro, más las presentaciones del musical y otras montajes y eventos que aparezcan, entonces voy a necesitar toda la salud, la inspiración y el ánimo para que todo funcione con éxito. Todo este trabajo vá a significar un aumento en mi jornada de trabajo-y un aumento de salário también; cómo piensan que voy a pagar este computador nuevo????- y quiero ser capaz de cumplir lo que se espera de mí porque adoro este trabajo, pero también porque me gustaría continuar así el año que viene... Ahora, realmente tengo que admitir que sin salud ni el mejor salario vale la pena. Afirmo esto porque ahora que voy a recobrar la mía para poder hacer o que más me gusta, estoy absolutamente feliz, más que si recibiera un aumento! (espero que mi jefe no léa esto) El médico hasta me liberó para volver a hacer ejercicio así que el tratamiento empiece a funcionar, entonces estoy más feliz todavía. Puchas, cómo echaba de menos mis caminadas matinales! Son tan inspiradoras y revigoradoras!... Créo que a partir de ahora las cosas van a empezar a mejorar de verdad respecto a mi salud.
Y ahora vamos a la crónica, porque esta semana he tratado de sentarme aqui para escribir, pero no lo he conseguido porque llego demasiado cansada del trabajo -por cuenta del problema con el calcio- y con estos calores infernales que andan haciendo, es difícil inspirarse mientras uno suda a mares. Entonces, antes de que la temperatura suba más o caiga una tempestad y se acabe la luz, aquí vá:


    En qué mundo vivimos? Será que realmente tenemos una conciencia real o, por lo menos, una percepción siquiera elemental de lo que nos rodéa?... Porque hay una cantidad incontable de pequeños acontecimientos ocurriendo junto a cualquier evento mayor -y que le dan soporte- que son igualmente importantes y llenos de significados, y que nosotros parecemos ni notar, siendo que éstos son como las moléculas del cuerpo del hecho principal. El se sostiene en ellos y es a través de su presencia que completa y consigue su expresión plena. Si observamos con atención a nuestro alrededor, veremos que existe todo un universo en constante movimiento y transformación; todo está vivo y nos afecta de algún modo, así como nosotros afectamos el ambiente y las personas que nos rodean de las formas más diversas, mismo que no nos demos cuenta. A medida que nuestra percepción de estos pequeños acontecimientos aumente, nos sentiremos íntimamente conectados y en comunicación con la creación y todas sus manifestaciones. Nosotros nos encontramos siempre en un cuadro compuesto por mil detalles, dependientes o independientes de nosotros y de lo que hacemos, y al mismo tiempo formamos parte de un cuadro mayor, en el cual nosotros somos uno de estos "pequeños acontecimientos". Entonces, cómo osamos decir que no somos importantes? Cómo podemos afirmar que detalles no cuentan? Que ser pequeño es algo sin valor?... Percibir en 360 grados, interior y exteriormente, entrar en contacto con la realidad total es un ejercício que puede llevarnos a darle el debido peso a estas pequeñezas; y si así lo hacemos, yo me pregunto: qué visión tendrems entonces? Será que vamos a percibir nuestro verdadero lugar en el tiempo y el espacio, nuestra importancia, el tamaño y la definición de nuestro papel en la historia? La noción que ahora tenemos de la vida, vá a cambiar? Y las nocioes de tiempo, de lugar, de realidad, de percepción de las leyes universales, vá a cambiar? Será que nuestro movimiento finalmente se integrará al movimiento de la creación en una perfecta y fluida interacción y, quién sabe, seremos capaces de realizar milagros?... Créo que si esto sucede, los términos "venir", "pasar" e "ir" serán fases completamente naturales y serenas, que no más nos amedrentarán o nos darán falsas expectativas, pues estaremos en el mismo ritmo de la vida, en la cual los ciclos son todo y nada escapa a ellos. Entenderermos que hacemos parte de un ciclo que tiene un comienzo, un apogéo y un final, y que no para cuando desaparecemos, porque es este movimiento lo que mantiene el mundo vivo y en permanente renovación.

sábado, 19 de fevereiro de 2011

Cualidades únicas

Y aquí está la segunda crónica de hoy, como lo prometí. No sé si ya posté alguna de las otras que salieron publicadas recientemente, pero créo que no, porque generalmente dejo los textos más cortos para el diario, porque ellos exigen un número determnado de líneas; entonces debo estar con algunas otras crónicas atrasadas, pero este fin de semana las pongo al día, inclusive porque la semana que viene voy a tener que dedicarme a un texto para un casamiento, que ocurrirá el dia 26 y será representado por dos de mis alumnos mayores. No tiene nada que ver con mi trabajo en la fundación, pero créo que vá a ser bien divertido, porque nunca trabajé en algo así, y la idea es escandalizar un poco, pero con clase. Fuera eso, el trabajito nos va a rendir na platita extra -que nunca está demás- y estoy convencida de que vamos a salirnos muy bien porque mis alumnos son estupendos comediantes y nuestro sentido del humor está perfectamente afinado, entonces el texto les vá a caer como un guante... Es muy bueno estar siempre dispuesto a enfrentar cosas nuevas, no es verdad?... Imaginen si la cosa vira moda y nos quedamos todos ricos!...
Entonces, mientras los lucros no vienen, vamos a la segunda crónica.


    Entiendo que es necesario que cada uno lleve su vida de una forma totalmente individual, pues a pesar de que formamos un todo como raza y como manifestación en el transcurso de la historia universal, tenemos dinámicas, taréas, experiencias, encuentros y caminos completamente diferentes, propósitos bien definidos en esta breve vida que requieren cualidades únicas para ser realizados. Cualidades que solamente cada uno de nosotros posée y puede utilizar para que los acontecimientos sucedan. La diversidad entre os seres humanos es indispensable para que todos puedan participar del plan divino y no se queden sólo algunos con todo el peso y la responsabilidad. Créo que es por esto -por las diferencias y la variedad de taréas que forman este rompecabezas- que resulta medio difícil apegarse o enredarse de una forma absoluta con los otros, mismo padres, hermanos o hijos, porque si así lo hacemos, solamente conseguiremos estorbar y atrasar su crecimiento y el nuestro, ya que tenemos esta estúpida manía de ser tan posesivos y manipuladores con aquellos con quienes nos relacionamos, ni que séa superficialmente.
    Todas  las personas tienen su papel específico en cada uno de los eventos que acontecen, séan grandes o pequeños, en los cuales tendrán éxito o fracasarán, y todos son igualmente importantes, por eso deben esforzarse para descubrirlo y cumplirlo. Mi padre, mi madre, mi hermana, mi jefe, el empleado de la farmacia... Cada rol bien desempeñado nos hace despertar y crecer en aquello que necesitamos y, al mismo tiempo, tiene un propósito determinado en la existencia de los demás. Todas as personas que entran en nuestra vida nos traen algo y por eso les debemos inmenso respeto y gratitud, así como también nosotros los merecemos porque les traemos mensajes, lecciones o revelaciones importantes para su perfeccionamiento espiritual. Tenemos que respetar su función, sus palabras, su interferencia, y tenemos que ser agradecidos por su apoyo, sus consejos, su compañía, su inspiración, su soporte material y hasta sus reprensiones, porque todo es para mejor.
    Jamás debemos despreciar o alejar a alguien, pues tenemos que descubrir lo que tiene para enseñarnos y, cuando lo hagamos, tenemos que agradecer y retribuir. Después, cada uno podrá seguir su camino, séa en diferentes direcciones o uno junto al otro. Al final, quién soy yo para pensar que el papel del otro es inferior al mío? Tal vez si no fuera aquella persona allí haciendo su parte -esa que yo oso llamar de "poca cosa"- yo no estaría aquí realizando mis "grandes obras", no es verdad?

Cuerpo y alma

Se me había olvidado, con tanto corre-corre, que también había quedado de postear las crónicas que salieran publicadas en el diário -ya que hay lugares donde la Folha de Londrina no llega- y ayer me dí cuenta de que estoy con algunas atrasadas, entonces, como hoy día y mañana estoy con todo el tiempo del mundo a mi disposición, voy a dedicarme a poner el blog al día respecto a estas crónicas y, como son más cortas voy a postear dos de las últimas que salieron publicadas una semana después de la otra -imaginense cómo estoy feliz! Estoy sintiéndome la propia cronista oficial de la columna!- en un acontecimiento totalmente inédito y fabuloso... Ya habían publicado otros dos textos seguidos en diciembre y enero, pero dos semanas seguidas... Guau, estoy en las nubes!... Mi hija iba a pasar el fin de semana aquí, pero la llamaron de última hora de la televisión y le cambiaron el turno para hoy y mañana en la tarde, entonces, adiós diversión y compañía!... Pero bueno, como todo tiene su lado positivo, su ausencia vá a ser bien aprovechada delante del computador... Puchas, después de nuestro viaje a Porto Alegre para resolver esa cuestión de mis documentos parece que me malacostumbé con su presencia y ahora parece que cuando ella no está me quedo con un agujero en el corazón... Cosa de madre, saben?... Entonces, para alejar la nostalgia e llenar los agujeros, aquí está la primera crónica.


Hace algún tiempo he comenzado a percibir un hecho profundamente perturbador e instigante: cómo es posible que el cuerpo sufra tanto con los embates de alma? Es así tan íntima y poderosa la relación entre ambos? Puede algo intangible poseér semejante poder sobre la materia?... Dolores y aflicciones de todo tipo asolan a la carne mientras el alma permanece en la obscuridad, reflejo del desequilibrio y de la angustia de que ella es víctima: perturbaciones, dudas vanas, ansiedades innecesarias,resentimientos desgastantes... Es un patrón doloroso, constante, desestructurante y purificador al mismo tiempo, pues si al principio aparentemente nos aniquila, al final del proceso nos sentiremos resucitados, renovados físicamente, reformulados sicológicamente y fortificados para enfrentar el próximo desafio.
    Normalmente  -y tengo a mí misma como prueba- cuerpo y alma se enferman al mismo tiempo y al mismo tiempo se curan, el desequilibrio de una derriba al otro y lo paraliza, dejando la vida en una especie de limbo hasta que el espíritu recobre la lucidez y la claridad. Y lo más impresionante es que no existe ninguna forma de separarlos, de disfrazar, de engañar, de ignorar la situación, porque el cuerpo es, verdaderamente, el espejo del alma, y no consigue escapar a su influencia... Por eso estoy empezando a creér que la muerte de la fé y de la vida espiritual puede significar, al finas de cuentas, la muerte del cuerpo.

sexta-feira, 18 de fevereiro de 2011

Familia

Con una semana de atraso por causa del viaje que tuve que hacer a Porto Alegre para resolver ese negocio de mis documentos, pero cumpliendo mi deber, aquí está la crónica de la semana pasada. En realidad van a ser dos con la de esta semana, entonces espero que haya valido la pena esperar!... Para mí, el viaje a Porto Alegre valió la pena, gracias a Dios!


     Encuentro increíble, admirable y heróico el hecho del hombre hacer de todo para constituir una familia, un núcleo de personas que pueda llamar de "suyas". Observo a mi alrededor: padres, madres, hijos, abuelos, tíos, hermanos; una, dos, hasta tres o cuatro generaciones pasando tradiciones, historias, experiencias, lecciones que no tienen precio, todo para sobrevivir, para dejar un legado personal, un rastro que otros puedan encontrar. Los seres humanos se buscan, se encuentran, se funden, se multiplican venciendo cualquier barrera o dificultad, a pesar de as desgracias, de las guerras y pestes, del hambre, de la pobreza, de la ignorancia. Un día se despiertan y deciden que llegó el momento de volverse responsables por otros, deciden que llegó la hora de generar nuevos seres humanos que heredarán sus bienes materiales y espirituales, que le darán continuación a su nombre y le ofrecerán la ilusión de inmortalidad. Seres que, por su vez, repetirán este proceso y le darán continuación a la especie, al legado, a  la historia... Y así, las alimentan, las visten, las educan, las protegen, cada cual de una manera diferente, mas siempre con visceralidad, con un instinto casi animal... Y yo me pregunto: en qué momento toma esta decisión  empieza su búsqueda? Por qué lo hace? Es algo invevitable, superior a la lógica, a la practicidad, a la sobrevivencia? Es un instinto que ya viene en su DNA? Es la expresión de su anhelo por la inmortalidad? Es parte de su destino?... Es verdad que ni siempre escoge correctamente -en realidad, casi siempre lo hace equivocadamente- pero escoge, nada lo detiene y vá adelante, asume, se entrega, corre el riesgo y junta a los escogidos y los procreados a su alrededor, bajo sus alas protectoras, y trata e trazar sus destinos, transmitirles lo que sabe, perpetuarse, perpetuar la raza, la tradición, la sangre, su lenguaje peculiar, sus procesos y conclusiones; trata de dejar algo impreso en la brevedad de su tiempo de existencia para así darle un sentido, un propósito, para hacer alguna diferencia. Se entrega, se lanza, se mezcla, comparte, depende, interfiere, forma sociedades, créa leyes, descubre curas  venenos, pero en el fondo continúa solo... Y él tiene conciencia de esto. Tal vez éste séa el mayor motivo para que desée tan fuertemente formar esta familia, para sentirse seguro, parte de algo mayor, para poder compartir sus experiencias y su sabiduría, porque sabe que es único e insubstituible, que no existe otro con sus características, cualidades éstas que le confieren un papel absolutamente personal en la historia de la humanidad y que tiene que asumir y cumplir para que los acontecimientos a los cuales está destinado sucedan. El mismo es sólo un eslabón, un complemento de todos los otros, que tambiém poséen sus propios roles que desempeñar en este rompecabezas universal Sin embargo, presiente que no está unido solamente a la familia que créa por opción, mas que, de un modo distinto pero igualmente fuerte y profundo, también está ligado a todo lo que existe. De esto, desgraciadamente,  tiene muy poca o casi ninguna conciencia, pero ciertamente hace pate del infinito que habita dentro suyo y de aquel otro en el cual se mueve y al que, al fin, siempre  regresará.
    Pienso que esta es, en el fondo, su interminable búsqueda, que él materializa en el concepto de descendencia, de herencia, pues de alguna forma -ni que séa en el DNA- anhela regresar a su punto de partida y sabe que la duración de su vida terrena no será suficiente para que ésto ocurra. Este infinito no es tan sólo material, carnal, sino también -y principalmente, dada nuestra brevedad biológica- espiritual. Es lo que verdaderamente nos perpetuará... Padres, hermanos, hijos, todos lo somos, pero no solamente de aquellos que pertenecen a nuestra familia, sino también de estos otros que no conocemos y de otros que nunca llegaremos a conocer. Somos parientes de la historia, de cada capítulo, de todos sus personajes. Somos parte de un todo que no tiene pasado, presente o futuro, por eso somos únicos y tan importantes y por eso traemos esta sensación de soledad que nada mitiga. Nuestra participación en la história es vital, porque somos todo y todos, como las piezas de un mosaico divino que están aqui con un propósito determinado. Nadie más puede hacer nuestra parte pues somos los únicos responsables por lo que nos toca y por el éxito o fracaso de nuestra misión, no importa cuán difícil pueda parecernos algunas veces. Cuando esto suceda, tenemos que recordar que siempre nos es dado tan sólo el peso que somos capaces de soportar -y que, a veces, es mucho más de lo que suponíamos- y que, dependiendo de nuestro ejemplo, nuestros hijos, nietos, sobrinos, hermanos y todos los que vendrán después de nosotros, se volverán capaces de hacer cosas todavía mejores.

sábado, 5 de fevereiro de 2011

El encuentro

    Menos mal que, a pesar de haber vuelto al trabajo, todavía las cosas están tranquilas en la fundación, lo  que me deja con un tiempo razonable para escribir, fuera los fines de semana, porque como por el momento estoy trabajando en un horario "normal" (salgo a las 17:30, entonces llego como a las 18:00 a mi casa) significa que todavía tengo parte de la tarde para sentarme aquí a escribir alguna cosa. Antes de ayer tuvimos la primeira presentación del musical de este año y, gracias a Dios, fué un éxito retumbante, como todas las otras veces. Cómo es bueno ver al público emocionado, envuelto, entregado a la historia que transcurre en el escenario! Y verlos aplaudir de pié al final es mejor todavía!... Todas las veces sucede lo mismo y todas las veces parece que mi corazón va a estallar de felicidad y orgullo por estos alumnos míos que están haciendo un trabajo tan sensacional.... Puedo afirmar que éste es mi mayor triunfo en todos los años que llevo trabajando en la fundación y que este fué, ciertamente, un regreso estelar!
    Entonces, aprovechando este mes y medio de horario normal que todavía tengo, quiero poner al día algunos apuntes que quedaron para atrás en aquella locura que fué el final del año pasado y también mantener mis blogs decentemente actualizados, incuyendo "historias". Ya estoy preparando nuevos cuentos para  postear, pero primero voy a terminar con "Silvestre" este final de semana. En realidad, ya lo terminé en portugués, pero hasta hoy no tuve tiempo de hacerlo aquí, entonces voy a pasar una parte de mi tiempo publicándolo, si no, mis lectores hispánicos van a cansarse de mí!...
    Y ahora, la crónica de la semana. Espero que la disfruten!.


    Estaba tendida en mi estera en la playa una mañana, siempre atenta a todo y a todos a mi alrededor, cuando de repente observé un hecho interesante, que me hizo reflexionar sobre mucha cosa y cambiar algunos de mis conceptos. Fué algo así como una profecía y créo que va a pasar mucho tiempo antes de que pueda olvidarla.
    De un extremo de la arena se aproximaba una pareja de edad, ella sosteniendo delicadamente el brazo del esposo, que parecía haber sido víctima de algún tipo de problema vascular que lo había dejado con el lado izquierdo del cuerpo casi paralizado, y conversando animadamente con él, la cabeza blanca despeinada protegida por un florido sombrero de paja y una salida de baño listada que danzava a su alrededor bajo el impulso del viento marino. El vestía una bermuda y una camiseta con una gran estampa de veleros en una puesta de sol, sombrero de lona y anteojos obscuros. Caminaba muy despacio, con gran dificultad, amparandose en el brazo firme y bronceado de la mujer y en un bastón de metal. Ambos eran de bastante edad, mas allí a la orilla del água, de repente, sin explicación, se habían tansformado en dos chiquillos maravillados que estaban descubriendo por primera vez aquel universo de água azul, de olas juguetonas y arena aterciopelada, de ese viento que les desordenaba las ropas y los cabellos como si estuviera jugando al pillarse. Ella hablaba constantemente, mostrándole al marido las gaviotas en el cielo, los barcos coloreados y ruidosos a lo lejos, los pececitos en el água rasa y cristalina, las impresionantes mansiones que parecían colgarse osadamente de las escarpadas laderas  de rocas moradas y grises, las misteriosas islas lejanas donde nadaban los delfines... Y él, sonriente y de boca abierta, se esforzaba para acompañarla, para ver y disfrutar todo lo que ella le describía, a pesar de toda su dificultad.
    Entonces, mirando hacia el otro extremo de la playa, divisé a dos chiquillos, de unos seis u ocho años, cuerpos esbeltos y morenos, cabellos revueltos y calzones llenos de dibujos coloridos, viniendo en dirección a los ancianos. El mayor sujetaba cariñosa, mas firmemente, la mano del pequeño, que casi no conseguía contener su emoción, mostrandose completamente encantado con el ir y venir de las olas que parecían, primero, querer devorarlo, y en seguida huían, haciendo espuma y hoyos en la arena. El niño gritaba y saltaba, apuntaba con el dedo hacia el mar, donde los barquitos paseaban perezosamente, llenos de banderitas y gente haciendo señas; o hacia el cielo despejado donde las gaviotas flotaban casi mágicamente y volantines de las formas y colores más extravagantes pirueteaban, dejando un rastro de luz y movimiento con sus colas de flecos... Sonriendo con un qué de aquella indulgencia de quien ya conoce el mundo y sus maravillas, el chico mayor miraba todo con aire complaciente, pero daba para percibir que no conseguía dejar de sentirse contagiado por el entusiasmo del pequeño... Cuando se acercaron un poco más, pude escuchar lo que le decía al otro y, curiosamente, le mostraba las mismas cosas que la mujer le mostraba al marido, y el niño parecía igualmente fascinado por todo ello.
    En un cierto momento, como tenía que suceder, los cuatro se cruzaron sin darse cuenta, y se quedaron unos al lado de los otros por algunos instantes, riendo y conversando, contemplando aquella inmensidad azul en perpetuo movimiento. En seguida, cada dúo continuó su camino en direcciones opuestas, alejándose lentamente...
    Yo me quedé completamente fascinada por lo que acababa de presenciar, pues parecía algo preconcebido, una escena de algúna película, tal vez una propaganda de televisión. Mil pensamientos vinieron a mi cabeza y tuve que respirar hondo para tratar de ponerlos en orden y llegar a algunas conclusiones, porque era obvio que aquello no era una mera coincidencia... Miré a mi alrededor, expectante. Será que alguien más había notado ese encuentro? O aquello había sido un regalo sólo para mí?... Bueno, como se dice: "Quien tiene ojos que véa", no es verdad?... Dí una última mirada  hacia las cuatro siluetas que se alejavam lentamente y pensé: " Aquellos que se encuentran en los extremos de la existencia -los ancianos y los niños- se encantan con las mismas cosas, están siempre redescubriendo y sintiendo el mundo, experimentando la creación, aproximandose e interactuando con ella. Unos porque todavía son inocentes, los otros porque dejaron atrás los espejismos y futilidades que dominan la vida de los jóvenes. Ambos sienten y expresan sin disfraces, con una honestidad y osadía que es sólo de ellos; algo que nosotros, que estamos en el medio del camino, perdimos a lo largo del recorrido. La vejez y la infancia se encuentran con frecuencia, se cruzan, se enredan armoniosamente (por eso los nietos son tan apegados a los abuelos) y comparten experiencias reveladoras, únicas, mismo yendo en direcciones opuestas. Lo que los atrae y los une es la simplicidad, la búsqueda de la gratificación, de la compañía sin compromiso, el interés por el aprendizaje -en el caso de los niños- y por el legado de la experiencia -en el caso de los ancianos.
    Entonces pensé, mientras las cuatro figuras desaparecían de mi vista, mezclandose con la multitud coloreada y ruidosa que fué invadiendo paulatinamente la playa con sus quitasoles, sus toallas y tiendas exóticas, sus sonidos, comidas y juguetes: "Pero cuál debe ser la dirección de una vida? Dónde podemos conducirla con nuestras decisiones y actitudes? Será que podemos mantenerla siempre cerca de la sinceridad y la transparencia de la infancia, mas guiada por la sabiduría y la serenidad de la vejez? Podemos conservarla siempre em movimiento, en crecimiento, en transformación? Podemos volverla creativa, útil, hacer de ella un ejemplo, una inspiración para los otros? Será que seríamos capaces de preservarla de la polución social y consumista que asola nuestro mundo, nuestra personalidad y nuesra auto-estima, de la ambición que nos devora y nos desvía de nuestros vedaderos sueños y destruye nuestra fé? Será que podríamos conservarla pura y simple, vivirla según el plano de Dios, cumplir nuestra misión sin ilusionarnos ni amedrentarnos con las apariencias?...
    Cerrando los ojos para recibir el sol en el rostro, me pregunté cuántas veces el anciano y el niño se cruzan a lo largo de nuestras vidas y cuánto provecho sacamos de estos encuentros mágicos, únicos, de estas lecciones que solamente ellos pueden enseñarnos. Porque todos llevamos un anciano y un niño dentro de nosotros, independientemente de la edad biológica que tengamos, y pienso que a veces nos haría muy bien parar en alguna playa para observarlos y escuchar lo que tienen que decirnos.