Caramba, tener un computador con un virus
fatal, en estado terminal, es jodido. Hay un tiempo limitado para escribir,
publicar y guardar cosas importantes, porque en cualquier momento, puf!... Se desconecta
y uno se queda sim tener qué hacer, sin saber si lo que estaba escribiendo fue
salvado o no... En fin, la cosa es respetar su situación y aprovechar al máximo lo
que le resta de vida útil hasta poder comprar uno nuevo.
Entonces, sin más demoras, aquí voy, antes
de que el pobre se desmaye!
Libertarse
de lo viejo, abandonar el peso muerto. No insistir en el pasado. Aprender a
perder. Esta es un verdadero arte, una virtud que no tiene precio. Uno se agarra
al mal conocido em vez de aventurarse em
lo desconocido que, si vivenciado, no lo será por mucho tiempo y así dejará de
ocasionarnos duda y recelo. La muerte sólo viene una vez y se lleva lo que está
muerto, lo que pertenece a su dominio.¡ Pero nosotros estamos vivos! ¿Por qué seguirla, entonces? ¿Nuestro
apego a las cosas muertas es mayor que las ganas de vivir, de buscar, de
encontrar? El miedo de no encontrar es grande, la falta de fe en nosotros mismos
aniquiladora, mas nunca se supo de alguien que procurase y no encontrase. ¿Qué cosa? ¿Fracaso? ¿Respuestas? ¿Una vida
nueva?... Pienso que esto depende de con qué espíritu procuramos y de qué
manera interpretamos lo que encontramos.
Nunca
hay “nada”. Siempre hay “algo”. Hasta em la espera por ese “algo” hay
esperanza, ansiedad, perseverancia, optimismo, si realmente esperamos alguna
cosa.
Nenhum comentário:
Postar um comentário