segunda-feira, 15 de novembro de 2021

 

  Caramba, tener un computador con un virus fatal, en estado terminal, es jodido. Hay un tiempo limitado para escribir, publicar y guardar cosas importantes, porque en cualquier momento, puf!... Se desconecta y uno se queda sim tener qué hacer, sin saber si lo que estaba escribiendo fue salvado o no... En fin, la cosa es respetar su situación y aprovechar al máximo lo que le resta de vida útil hasta poder comprar uno nuevo.

   Entonces, sin más demoras, aquí voy, antes de que el pobre se desmaye!

 

 

   Libertarse de lo viejo, abandonar el peso muerto. No insistir en el pasado. Aprender a perder. Esta es un verdadero arte, una virtud que no tiene precio. Uno se agarra al mal conocido  em vez de aventurarse em lo desconocido que, si vivenciado, no lo será por mucho tiempo y así dejará de ocasionarnos duda y recelo. La muerte sólo viene una vez y se lleva lo que está muerto, lo que pertenece a su dominio.¡ Pero nosotros estamos vivos! ¿Por qué seguirla, entonces? ¿Nuestro apego a las cosas muertas es mayor que las ganas de vivir, de buscar, de encontrar? El miedo de no encontrar es grande, la falta de fe en nosotros mismos aniquiladora, mas nunca se supo de alguien que procurase y no encontrase.  ¿Qué cosa? ¿Fracaso? ¿Respuestas? ¿Una vida nueva?... Pienso que esto depende de con qué espíritu procuramos y de qué manera interpretamos lo que encontramos.

Nunca hay “nada”. Siempre hay “algo”. Hasta em la espera por ese “algo” hay esperanza, ansiedad, perseverancia, optimismo, si realmente esperamos alguna cosa.

 

 

Nenhum comentário:

Postar um comentário