sexta-feira, 24 de dezembro de 2021

 

 

    Y llega la Navidad una vez más, pero esta tiene un algo de derrota, de tristeza e incerteza, incluso de miedo por el futuro de nuestro amado país después de estas elecciones chantas, lideradas por gente sin noción, sin historia, presa a ideales sin sentido, agarradas a un pasado que ya no existe y que ellos tratan mantener presente en la mente del pueblo sólo para tener el gustito de la venganza sin sentido y del poder que “les robaron” durante treinta años... Mas, será que merecen tenerlo?...

 

 

    ¡Cómo es bueno sentir los aromas de la vida!... Ropa lavada, carne em la parrilla, porotos granados, tierra mojada, café, flores, pan, sopa, choclo, queque, pasto... Vengo por la calle y ellos surgen, me envuelven, me despiertan. Vienen despacito, o como una ola, desde las cocinas, los jardines, las veredas, las panaderías y restaurantes, y yo respiro hondo, dejo que tomen cuenta de mí y me recuerden la vida a mi alrededor, las cosas de cada día, la dulce rutina del hombre y su universo, la rutina de la creación. Es así como los aromas y los sonidos también me rodean y traen la sinfonía de la vida hasta mí: pájaros, motores, radios, ladridos, voces, lluvia, teléfonos, campanas... Aromas, sonidos, movimiento perpetuo y yo, tan viva cuanto ellos, tengo el don maravilloso de percibirlos.

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