¡Caramba, y yo que pensé que el invierno se
había acabado!... Hace algunos días, 34 grados y un sol de freír huevos, y estos dos últimos nublado, amenazando llover,
frío, viento... Quién entiende?... Y después hay gente que dice que no está pasando
nada con el cambio climático... Mas, para eso tengo unos cobertores, una
estufita y mucho tecito calientito, entonces, vamos a trabajar!.
La paciencia es una virtud de muchas faces,
pues es diferente en cada caso. A veces precisa ser lenta y persistente, otras
silenciosa. A veces es necesario que hable, que presione, otras, que deje al
otro libre. Algunas veces tiene que elogiar, otras cobrar, criticar. Puede
incentivar, sugerir, o entonces, permanecer quieta y permitir que la
experiencia acontezca por si sola... Paciencia es espera, es amor, es percepción,
es estar totalmente abierto al tiempo y al movimiento del otro, es acompañar
sus evoluciones, es oír, observar, esperar. Esperar siempre lo mejor.
Esperar que la puerta se abra, que la luz se encienda, que la mente comprenda, que
la armonía tome cuenta del gesto. Adecuar nuestro ritmo al ritmo del otro, nuestras
palabras, nuestras expectativas. Ver con los ojos del otro, trabajar con la
energía del otro.
Ser paciente es salir de nosotros mismos y
ser el otro, visto con nuestros ojos y con sus ojos. Es el equilibrio entre
estas dos miradas.
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