domingo, 24 de maio de 2015

"Batalla sin tregua"

     Y como se los prometí, esta semana hay una nueva serie de cuentos cortos para que la disfruten... Bueno, en una ciudad como esta, inspiración es lo que no falta. Uno puede sentirse medio desanimado a veces, pero si lo piensa bien, tiene que agradecer que tiene dos blogs donde puede publicar lo que quiera, cuando quiera -y totalmente gratis- y que hay personas que los leen. Y que las visitas están aumentando. Y que ya tengo unos seis o siete bosquejos para más cuentos. Es sólo andar por la calle o sentarse en un banco de plaza que ellos aparecen como por arte de magia. Y no puedo ser desagradecida con todo este aliento, ¿no es verdad?... ¡Entonces voy a aprovecharlo y sentirme feliz porque estoy haciendo mi parte! Y como ya no es más la vanidad o la ambición lo que me mueve, supongo que las cosas cambian bastante de perspectiva. Y estoy muy contenta con eso.
    Y vamos a la crónica de la semana, corta, pero directa.


    Ese ejército regresando a casa al atardecer, haciendo filas eternas en los paraderos, cargando bolsas, paquetes, maletines, mochilas, pasando al mercado para comprar la cena, a la panadería para tener el pan, el jamón y el queso para la once y el desayuno del día siguiente. Algunos serios, tensos, preparándose para enfrentar aseo, cocina, ropa sucia, tareas del colegio. Muchos dormitan en el metro, en la micro, en el calor del colectivo, bajan de uno, se suben al otro, extenuados, y todavía ensayan una sonrisa al llegar a casa... Van rápido, callados, concentrados, tal vez preguntándose de dónde van a sacar fuerza y coraje para volver a hacer esto de nuevo mañana, y pasado mañana, y todos los otros días de sus vidas. Tal vez por los hijos, por las cuentas, por los sueños, por la esperanza de una vida mejor. Salen cuando el sol no aparece todavía y vuelven cuando ya se escondió. Algunos tienen más de un empleo... Y así, se les fue el día en esta batalla sin tregua, sin posibilidad de renuncia, de negociación, de fracaso... Y en la noche parece que la casa queda más lejos, que se demoran una eternidad en llegar...
    Pero llegan, se recomponen, respiran hondo, duermen su sueño mezquino y vuelven a la batalla al día siguiente.

Nenhum comentário:

Postar um comentário