domingo, 26 de abril de 2015

"¿Pero qué pasó con la música?"

    Y bueno, parece que el otoño va a dejar de ser flojo y va a empezar a aparecer, porque ya estamos casi en Mayo y todavía tenemos días de 29 0 30 grados. Sin embargo, hoy día le hizo gala a su nombre y amaneció frío, con neblina y las veredas cubiertas de hojas amarillas, entonces, ¡no perdamos la esperanza!.. Las tiendas están tirándose los pelos porque pusieron todos los avances de otoño-invierno en las vitrinas y el clima... ¡Nada! Botas, botines, parcas, chombas y abrigos están llenándose de polvo y empezando a deprimirse viendo a todo el mundo pasar frente a ellos de camiseta y shorts y comiendo helado... El calor es estupendo, pero un poco de frío también es rico: té, guatero, frazadas, lluvia por la ventana, la cordillera toda nevada... También vale la pena.
    Y después de esta reflexión meteorológica, aquí va la de la semana. Y les recuerdo que hoy habrá cuentos nuevos en el blog pazaldunate-historias.blogspot.com. ¡Espero que las disfruten!


    ¿Pero qué pasó con la música?, me pregunto últimamente, al escuchar algunas radios o  ver algunos shows o clips en la televisión. Es tal la parafernalia electrónica y tantos los efectos de computador -a veces realmente bizarros- que, simplemente, la melodía y la voz pasan a segundo plano. Parece que en cuanto más distorsiones y extrañezas, mejor piensan que queda, supongo que porque buscan destacarse, ser diferentes, ganarse un público cada vez más cansado de todo. ¿La calidad vocal del cantante? Bueno, parece que es lo que menos interesa, mismo que pueda ser excelente... Creen que de esta forma van a interpretar las inquietudes y objetivos de la audiencia, sus fantasías más escondidas, sus frustraciones o su indignación, sus penas de amor y sus encuentros y batallas contra la maldad de este mundo. Y en esto son como acosadores, no le dan un respiro... Pero en realidad no hacen más que inducirlos, manipularlos, volverlos insaciables de algo que no consiguen definir.
    Piensan que todo este extrañamiento es la salida, porque van a llenar sus fantasías y sacudir, revolucionar sus espíritus aburridos y hambrientos de alguna novedad que les devuelva la emoción a sus existencias... ¿Música? Es lo último que tienen en mente. Se les olvida que, a pesar de todos los avances, mejoras y posibilidades que la modernidad ofrece, el ser humano continúa siendo, intrínsecamente, el mismo, y que lo que le dará la paz y la saciedad que tanto procura es la simplicidad, la pureza, la verdad sin disfraces, la realidad sin aderezos, pues ella ya tiene todo lo necesario para encantarnos, enseñarnos, desafiarnos, satisfacernos y recompensarnos por vivirla tal como es.

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