sábado, 6 de dezembro de 2014

"Escoger la felicidad"

    Y cuando creíamos que ya podíamos despedirnos de las chaquetas, las medias e los chalecos, he aquí que la primavera nos sorprende con otro día de lluvia y frío... Vamos a hacer sopa, té, a comer sopaipillas y cerrar las ventanas, igualmente contentos, porque esta sorpresa climática sólo aumenta la expectativa por los días calurosos. De todas maneras los pájaros, ignorando solemnemente las nubes y el agua, continúan cantando al amanecer, saltando entre las ramas de los árboles pintados de ese nuevo verde y llamándonos a estar felices y optimistas... ¡E imagínense cómo estoy yo, cada día rayando el calendario con un día menos para la llegada de mi hijo! Le hago la competencia a los chincoles y zorzales con mis canturreos y aleteos de felicidad!...¿Qué otro regalo puedo querer?...
    Y con otra tacita de té de menta al lado, aquí va la de la semana:


    Escoger la felicidad: esta es, sin dudas, una opción que todos tenemos. No voy a decir que no pasamos por malos momentos, que no tenemos experiencias negativas y que no nos encontramos con personas que realmente nos lastiman, que no sufrimos pérdidas, frustraciones y decepciones a montones. Hay acontecimientos que a veces no conseguimos superar u olvidar, pero mismo así -y tal vez con alguna ayuda profesional en algunos casos, como yo lo hice- tenemos la oportunidad de escoger la felicidad. Hay gente que se acostumbra al sufrimiento, se acomoda en la infelicidad, se hace responsable por ella y la esparce a su alrededor, creando un universo sombrío y sin perspectivas en el cual obligan a otros a vivir. Y eso no es justo... Pero, por qué optan por esto? ¿Es porque ser infeliz es más fácil? (y lo es) ¿Para ser feliz hay que luchar contra demasiados obstáculos? ¿Será que existe tan poca gente así que está dispuesta a encarar el desafío de ser feliz? (porque indudablemente es un reto) ¿O será que hay demasiadas personas convencidas de que no tienen derecho u oportunidad de ser felices?... ¿Mas por qué tienen esa tendencia morbosa a pensar que no son dignos, que nacieron para pasarlo mal, que no son capaces de alcanzar la felicidad? ¿Por qué el miedo a buscarla y vivirla? ¿Por qué el miedo a no encontrarla, o a perderla una vez descubierta y experimentada?... Claro que la vida está llena de problemas, desafíos, fracasos, decepciones, despedidas y una montaña de cosas y personas negativas, pero yo estoy convencida de que el hecho de que escojamos conscientemente ser felices hará que esa montaña no sea tan pesada e insalvable y que seamos capaces de levantarnos y seguir adelante, renovados y llenos de coraje, después de tropezar y caer. Escoger siempre la felicidad desarrollará en nosotros a capacidad inquebrantable de recomenzar todas las veces que sea necesario, de no perder la fe ni el espíritu de lucha, de reinventarnos, de crear, de encontrar siempre una salida.
    Escoger la felicidad no es solamente una actitud positiva que redunda en "pasarlo bien", también es una tremenda responsabilidad, pero yo la prefiero a ser responsable por mi propio dolor y el de los que me rodean.

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