terça-feira, 28 de fevereiro de 2012

"Angeles"

    Los nudos se van deshaciendo, los caminos clareando, las puertas abriéndose y Dios está siempre allí, en el umbral, velando para que todo salga de la mejor forma posible. Bueno, yo no tengo de qué reclamar porque las etapas de mi propia historia están yendo de viento en popa, con momentos difíciles, claro, porque las pérdidas y los cambios nunca son fáciles -como la salida definitiva de mi esposo de la casa-  pero si no pasamos por ellas nos quedaremos estacionados y moriremos. Hay una cuota de sufrimiento en todo proceso, pero ésta no tiene que ser insoportable, interminable ni insuperable, sobre todo si lo encaramos con optimismo y fé, como una nueva oportunidad de crecer y encontrar la felicidad. Por lo menos, yo estoy llevando las cosas así y me gustaría que mi esposo hiciera lo mismo, pero, por el momento, no parece estar lidiando muy bien con los acontecimientos. Créo que todavía está en choque... Está portandose como un caballero, eso es verdad, lo que me deja muy contenta, pero nada le saca la angustia y la incredulidad de la cara... De cualquier modo, espero que el hecho de firmar los últimos y definitivos papeles del divorcio -esta semana, ojalá- lo traiga a la realidad y lo haga reaccionar para que empiece a buscar nuevos horizontes y vaya atrás de su felicidad.
    La casa está medio vacía y quieta, pero  tranquila, sin tensión ni resentimiento. El aire parece más claro y leve, no hay nada que esconder, que cuchichear, que disputar. Todo está claro y definido. Avanzamos otro paso rumbo a la nueva vida.
    Entonces, aprovechando esta mañana libre y serena, aquí vá la crónica de esta semana -o de la pasada, porque el fin de semana voló y ni tuve tiempo de sentarme aquí a escribir.


    A través de los años y de las experiencias he aprendido -no sin cierta sorpresa- que los mensajes divinos ni siempre vienen envueltos en lindos colores, con música, ángeles y luces, o arrobos espirituales. Para ser sincera, son pocas las ocasiones en que ellos nos llegan en momentos que podríamos llamar "adecuados" (meditando, rezando, contemplando una puesta de sol...) y a veces son tan desconcertantes que nos demoramos algún tiempo para darnos cuenta de que efectivamente se trata de un mensaje divino directo para nosotros y que tenemos que comprenderlo y ponerlo en práctica... No, a veces, y para que no nos olvidemos de que el mal y la desgracia caminan lado a lado con el bien y la felicidad, y que todos podemos ser víctimas de ellos, los recados de Dios interceptan nuestro camino mostrandonos el dolor, la soledad, la pobreza, el hambre, la muerte, pero no para asustarnos o amenazarnos, sino para que sepamos ser compasivos, pacientes, humildes y generosos con aquellos que pasan por estas dificultades, venciendo las aperiencias, pues lo que los otros necesitan de nosotros hoy, también podremos necesitarlo de ellos un día.
    Definitivamente, los ángeles no son todos criaturas celetiales a salvo de todo mal o contrariedad; por el contrario, créo que les gusta asumir nuestra forma humana, falible y débil, sujeta a los errores y la maldad, para acercarse sin asustarnos y así darnos los recados de Dios de una forma más próxima y comprensible, pues de esta forma recibimos as palabras divinas de alguien como nosotros en vez de una criatura perfecta e inalcanzable, lo que podría hacernos desconfiar o desanimarnos... Entonces, vamos a prestar más atención a nuestro alrededor, porque quién sabe no hay un ángel justamente a nuestro lado ahora? Quién puede decir si el empleado que nos atendió ayer no era uno? Con cuántos de ellos cruzamos todos los días, en medio de nuestros quehaceres, distraidos o preocupados, y los dejamos pasar en blanco? ... Quién sabe, Dios mío, yo misma no soy un ángel escondido dentro de esta persona tan imperfecta, a pesar de llena de buenas intenciones? Será que las buenas intenciones son un síntoma, una pista?... Entonces, como tal vez yo le traiga un mensaje a alguien, voy a tener mucho cuidado con mis palabras y acciones, porque ellas  pueden volverse ejemplo o inspiración para los demás, tal vez hasta la llave de la libertación de alguien...
    Y es así que empiezan las verdaderas "corrientes del bien" que pueden, un día, transformar este mundo y esta vida en algo muy parecido al paraiso.
   

Nenhum comentário:

Postar um comentário