sábado, 3 de dezembro de 2016

"Todo está en nuestras manos"

    Bueno, creo que la semana que viene van a haber más cuentos porque como voy a estar tres días sola en el apé -mi hija va a méjico hacer un reportaje sobre una película- creo que voy a tener mucho tiempo libre para sentarme a escribir...¡e ideas no me faltan! Tengo una hoja llena de ellas, entonces, con certeza habrá nuevos cuentos el próximo fin de semana... Ya hoy seré muy breve, pero creo que esta brevedad no le restará importancia al texto. A veces es bueno ser "corta y grosera", como se dice en Brasil, si no, el mensaje no llega y las personas no reaccionan.


    Llego a la conclusión de que, a pesar de la misericordia, el amor y la interferencia de Dios, somos nosotros los absolutos responsables de lo que nos sucede. Existen los milagros, es verdad, aquellos que nos dejan maravillados, pero en buena parte de los otros, esos más pequeños, los de cada día, buena parte ellos tiene que ver con nuestro comportamiento. Somos nosotros los que los hacemos posibles cuando estamos conectados con lo que Dios coloca a nuestro alrededor... Ciertamente, tenemos la libertad -pero desgraciadamente no siempre la sabiduría- para escoger entre la vida y la muerte, la felicidad y la desgracia, la prosperidad y el fracaso, la compasión y el odio. Todo está en nuestras manos. Y creo que no podemos usar la disculpa de no saber lo que es cierto o errado cada vez que nos va mal. Todos sabemos perfectamente, mismo dentro de su extensa diversidad, cuando estamos actuando equivocadamente (a no ser que estemos enfermos) y las consecuencias que esto podría llegar a tener. A veces reaccionamos y cambiamos, tomamos otro camino, conseguimos rectificar el error y llegar a buen término. Puede ser que nos demoremos o seamos algo resistentes -por orgullo o falta de fe- pero si somos capaces de darnos cuenta, aceptar y cambiar nuestro comportamiento hacia lo positivo y correcto, ese esfuerzo con certeza valdrá la pena.

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