domingo, 18 de dezembro de 2016

"Nada existe fuera de este instante"

    Todavía luchando para encontrar serenidad, tiempo e inspiración entre las correrías médicas y de las fiestas de fin de año para sentarme a escribir esos cuentos  -y créanme que yo misma soy la que más me cobro- aquí estoy, con un domingo bastante libre para ver si lo consigo. Mi hija hoy tomó la maravillosa iniciativa de hacer el almuerzo, entonces tengo bastante tiempo para tratar de hacer algo... Vamos a ver... En todo caso, ¡ideas no me faltan!...



    ¡Por Dios, cómo es difícil situarse concientemente en el presente, en el "aquí, ahora" de verdad!... La mente tiene esa compulsión casi incontrolable de escaparse hacia el pasado o el futuro, y nos roba sin compasión ni remordimiento el  goce único e irrepetible del presente y todos los tesoros y enseñanzas que contiene. Mantenerse en el presente es una lucha constante y con frecuencia perdida, porque parece que no somos capaces de evitar preocuparnos con un futuro que no llegó, planearlo mil veces, pesar todos los riesgos y desventajas, todas las posibilidades de fracaso o éxito, cuánto demorará, si les gustará a todos. Así como tampoco conseguimos dejar de estar recordando problemas y conflictos del pasado -y trayéndolos al presente- peleas, fracasos, remordimientos o épocas de felicidad y paz que ya se fueron... Pero cuando obtenemos una pequeña y breve victoria y nos situamos en el "aquí, agora", la conciencia, la libertad y la serenidad, el equilibrio que nos invaden delante de esta percepción del presente son impagables. No tenemos que controlar ni planear nada, pues nada existe fuera este instante, este segundo. Todo está aquí, ahora, no necesitamos nada más. Esta, y no otra, es la realidad. El resto se fue o no ha llegado, entonces carece de importancia, pues nuestra existencia se reduce a este "aquí, ahora"... No quiero decir que hay que vivir sin estructuras, sueños, planes o cuidados, pero tampoco podemos escapar del momento presente para existir solamente en el pasado o en el futuro.
    Por experiencia propia les digo: estado casi impensable para mí, que muero por controlar y planear todo. Pero les aseguro que las pocas veces que conseguí llegar a esta conciencia, me hicieron sentirme tan bien que estoy dispuesta a abrir mano de tanto control y trabajar para tener más de estos momentos, hasta poder llegar a vivir el mayor tiempo posible así, hasta que se vuelva natural.

Nenhum comentário:

Postar um comentário