domingo, 13 de setembro de 2015

"Incitaciones"

    Vino, revolucionó mi vida, mi rutina, mis horarios y mi corazón, y después se fue... Fueron días preciosos, divertidos, llenos de emociones siempre nuevas, de deliciosos abrazos -acuérdense de que mi hijo tiene el abrazo más rico del mundo- y de momentos sin precio... Ahí, claro, ¡imagínense si iba a tener tiempo o inspiración para sentarme a escribir!... Era demasiada emoción en tan breve tiempo. ¡Una semana apenas en la que me dediqué a puro regalonear a mi hijo y su polola!... Fueron días de absoluta felicidad que luego se repetirán, gracias a Dios... 
    Y pasada la tristeza de las despedidas en el aeropuerto y llena de recuerdos placenteros, vuelvo a mis rutinas y "deberes", entonces, aquí va la crónica de la semana y más dos cuentos cortos. ¡Vayan a pazaldunate-historias.blogspot.com y diviértanse este fin de semana!


    Son las tres. Me desperté de la siesta y ya lavé los platos, trapeé la cocina y le cambié el agua a las perras. No tengo que salir a comprar pan, entonces decido ver un poco de tele, porque no me siento inspirada para sentarme a escribir. Pesco el control remoto y me acomodo en el sofá. Las perras, felices, vienen a ponerse a mi lado. Prendo la televisión... Paso un canal: serial de investigadores forenses, tripas, pedazos de cráneo, balas ensangrentadas, detalles escalofriantes. Otro: una familia disfuncional que trata de no parecer tan patética. El siguiente: agentes con súper poderes contra conspiradores internacionales que pretenden acabar con la civilización. Uno más: los planes de venganza de una joven que no mide métodos ni consecuencias. Y otro: las maldades de los personajes clásicos de cuentos de hadas... Y continúa: asesinos, vengadores poco ortodoxos, seres mutantes, zombies, plagas científicas que transforman a la gente en monstruos, personajes obscuros que esconden y resuelven escándalos y crímenes, médicos que más cambian de cama que atienden pacientes, detectives atormentados, obesos tratando de parecer normales, emergencias médicas, concursos o competencias de todo tipo en las cuales los participantes se transforman en verdaderas serpientes, animadores groseros e impertinentes... Empieza a dolerme el dedo de tanto cambiar de canal y no encuentro nada decente que ver... ¿Pero qué diablos está pasando con los programas de televisión? ¿Dónde quedaron "La pequeña casa en la pradera"?, "Doctora Quinn", "Los Walton", "Pushing dayses", "El show de Jerry Lewis"?... Todas esas seriales que lo dejaban a uno feliz, emocionado, animado, reconciliado con el mundo y la humanidad, con ganas de hacer algo positivo, de volverse alguien mejor? Ahora parece que todos los programas quieren sacar a relucir lo que de peor tenemos, lo perversos e inmorales que podemos llegar a ser, los actos irracionales y egoístas que somos capaces de cometer por orgullo, ambición, poder, "amor", venganza... Los protagonistas son descaradamente ambiguos, pero son cínicamente explicados , justificados y disculpados por sus traumas. Están llenos de armas, de tecnología y planes estrambóticos para obtener lo que desean, y parece que mientras más obscuro y retorcido, más políticamente incorrecto es, más sube en el rating...
    ¿Pero qué nos está pasando?... No digo que en las series antiguas el mal no fuera mostrado (hasta porque sin esta lucha ancestral del bien contra el mal no existirían guiones) pero era un mal cercano, tenía solución, era humano, y en general, uno sacaba alguna cosa positiva para nuestra propia vida al final de cada capítulo. Hoy se termina deprimido, irritado, no pocas veces horrorizado, indignado. El mal se extiende por temporadas y temporadas, y si el público se cansa, ya hay nuevas y más bizarras opciones de substitución. Lo cómico se ha vuelto patético, cruel, ofensivo. Lo dramático es obscuro, aterrador, violento. Nada nos llega al corazón o nos despierta cosas positivas. Sólo atrapa nuestros sentidos más primitivos y los azuza de la peor forma posible. No hay más lecciones, sino sólo incitaciones.

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