sábado, 23 de novembro de 2013

"Uno de esos viejitos"

    ¡Y finalmente, amigos míos, mañana voy a postar el primer cuento de mi nueva -y ahora periódica, si no me falla la inspiración- producción literaria!... Dicen que más vale tarde que nunca, y espero que ustedes lo consideren así. Es verdad que escribir cuentos puede ser más difícil porque estoy muy acostumbrada con las crónicas, que son más pensamientos o reflexiones sobre personas o acontecimientos, pero la verdad es que estaba examinando mis textos y me anduve dando cuenta de que hay unas crónicas que son harto parecidas a cuentos, entonces tal vez no tenga tantos problemas así. La mayor diferencia será, a lo mejor, que los cuentos tienen un final (o por lo menos a mí me gusta que lo tengan) personajes y escenarios, diálogos y algunas cosas que yo controlaré y que serán bien definidas. Sólo espero que no se transformen en "más de lo mismo", quiero decir, otro blog de crónicas, a pesar de que con las historias nao pretendo hacerlos reflexionar ni nada parecido, sino solamente divertirlos. Ahora, si pueden sacar algo positivo de ellas, como espero que lo hagan al leer las crónicas, estupendo. Pero estos textos son solamente una variación, otro camino de los tantos que ha tomado mi vena literaria, porque ya hice piezas de teatro, músicas, discursos, cursos, monólogos y todo lo que me cayera en las manos y que necesitara ser escrito. Creo que el estilo no cambiará. Será una parte mía que todavía no conocen y sinceramente espero que la disfruten. No lo olviden: mañana, vayan a "pazaldunate-historias.blogspot.com" y vean lo que les preparé. Después me cuentan.
   Y como aperitivo para el gran evento, aquí va la crónica de la semana.


    Me llama profundamente la atención la cantidad de personas de edad que viven solas en esta ciudad. En verdad, no sé si es un fenómeno a nivel mundial o aquí es más notorio, pero el hecho es que hay mucha gente que está tomando la decisión de vivir sola, mismo no siendo tan joven, y si esta decisión antes era vista como algo triste, sinónimo de abandono y soledad, hoy es un símbolo de independencia,, de confianza, de capacidad física y mental para continuar a gobernar la vida con equilibrio, alegría y perspectivas positivas. Los más viejos vislumbran un futuro activo y feliz, lleno de desafíos, de amigos y actividades que los mantienen lúcidos e independientes, y esta es una victoria que tal vez nunca esperaron alcanzar. Buena parte de ellos trabaja, sale con sus amigos, viaja y hace compras sin tener que depender de nadie para esto... Pienso que tal vez es por eso que las personas están viviendo más y no tan sólo por los avances de la medicina. La calidad de vida no ha mejorado solamente para el cuerpo de estas personas, sino también para sus mentes y espíritus y todos sabemos que un espíritu en buen estado hace que el cuerpo funcione mucho mejor. No digo que no tengan sus achaques y limitaciones, pero ellas son mucho menores y menos invalidantes que antiguamente. Creo que los más viejos no se sienten más unos estorbos que deberían ser excluidos de las vidas de sus parientes, sino que tienen derecho a compartir con ellos y a llevar una existencia más larga y mejor, a pasarlo bien, a enamorarse, a viajar y descubrir, a envolverse en nuevos proyectos. Sienten que pueden hacer planos, soñar, realizarse en áreas en  que no tuvieron oportunidad de desarrollar en su juventud, y esto es fantástico porque entonces vemos cada día menos ancianos deprimidos y derrotados, enfermos y vegetando en cuartos obscuros, abandonados en asilos. No, ahora los encontramos trabajando, divirtiéndose, amado, preocupados con su visual, contribuyendo efectivamente para el crecimiento y el progreso de la sociedad en que viven, y encuentro una bendición que esta sociedad les esté dando el lugar y la importancia que se merecen y que ellos estén aprovechando esta oportunidad sin miedo ni prejuicio.
    Sinceramente, me va a encantar llegar a ser uno de estos viejitos.

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