sábado, 19 de fevereiro de 2011

Cualidades únicas

Y aquí está la segunda crónica de hoy, como lo prometí. No sé si ya posté alguna de las otras que salieron publicadas recientemente, pero créo que no, porque generalmente dejo los textos más cortos para el diario, porque ellos exigen un número determnado de líneas; entonces debo estar con algunas otras crónicas atrasadas, pero este fin de semana las pongo al día, inclusive porque la semana que viene voy a tener que dedicarme a un texto para un casamiento, que ocurrirá el dia 26 y será representado por dos de mis alumnos mayores. No tiene nada que ver con mi trabajo en la fundación, pero créo que vá a ser bien divertido, porque nunca trabajé en algo así, y la idea es escandalizar un poco, pero con clase. Fuera eso, el trabajito nos va a rendir na platita extra -que nunca está demás- y estoy convencida de que vamos a salirnos muy bien porque mis alumnos son estupendos comediantes y nuestro sentido del humor está perfectamente afinado, entonces el texto les vá a caer como un guante... Es muy bueno estar siempre dispuesto a enfrentar cosas nuevas, no es verdad?... Imaginen si la cosa vira moda y nos quedamos todos ricos!...
Entonces, mientras los lucros no vienen, vamos a la segunda crónica.


    Entiendo que es necesario que cada uno lleve su vida de una forma totalmente individual, pues a pesar de que formamos un todo como raza y como manifestación en el transcurso de la historia universal, tenemos dinámicas, taréas, experiencias, encuentros y caminos completamente diferentes, propósitos bien definidos en esta breve vida que requieren cualidades únicas para ser realizados. Cualidades que solamente cada uno de nosotros posée y puede utilizar para que los acontecimientos sucedan. La diversidad entre os seres humanos es indispensable para que todos puedan participar del plan divino y no se queden sólo algunos con todo el peso y la responsabilidad. Créo que es por esto -por las diferencias y la variedad de taréas que forman este rompecabezas- que resulta medio difícil apegarse o enredarse de una forma absoluta con los otros, mismo padres, hermanos o hijos, porque si así lo hacemos, solamente conseguiremos estorbar y atrasar su crecimiento y el nuestro, ya que tenemos esta estúpida manía de ser tan posesivos y manipuladores con aquellos con quienes nos relacionamos, ni que séa superficialmente.
    Todas  las personas tienen su papel específico en cada uno de los eventos que acontecen, séan grandes o pequeños, en los cuales tendrán éxito o fracasarán, y todos son igualmente importantes, por eso deben esforzarse para descubrirlo y cumplirlo. Mi padre, mi madre, mi hermana, mi jefe, el empleado de la farmacia... Cada rol bien desempeñado nos hace despertar y crecer en aquello que necesitamos y, al mismo tiempo, tiene un propósito determinado en la existencia de los demás. Todas as personas que entran en nuestra vida nos traen algo y por eso les debemos inmenso respeto y gratitud, así como también nosotros los merecemos porque les traemos mensajes, lecciones o revelaciones importantes para su perfeccionamiento espiritual. Tenemos que respetar su función, sus palabras, su interferencia, y tenemos que ser agradecidos por su apoyo, sus consejos, su compañía, su inspiración, su soporte material y hasta sus reprensiones, porque todo es para mejor.
    Jamás debemos despreciar o alejar a alguien, pues tenemos que descubrir lo que tiene para enseñarnos y, cuando lo hagamos, tenemos que agradecer y retribuir. Después, cada uno podrá seguir su camino, séa en diferentes direcciones o uno junto al otro. Al final, quién soy yo para pensar que el papel del otro es inferior al mío? Tal vez si no fuera aquella persona allí haciendo su parte -esa que yo oso llamar de "poca cosa"- yo no estaría aquí realizando mis "grandes obras", no es verdad?

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