domingo, 19 de abril de 2009

La primeira ambición

Bueno, y por fin, mañana es el gran día: voy a encontrar por primera vez una de las seis nuevas turmas para las cuales voy a dar clases este año -y los próximos cuatro, creo yo, si mis jefes no cambian de idéa- Ahora, no sé muy bien quién debería estar más ansioso y asustado: si los alumnos, porque soy una profesora bien divertida y creativa, pero también muy severa y exigente, o yo, porque nunca dí clases para alumnos tan jóvenes (la faja de edad es de 11 a 14 años) y no sé si voy a conseguir conquistarlos con mi didáctica, que siempre fué dirigida a adultos, lo que significaria que muchos de ellos podrían abandonar las aulas antes de que termine el primer semestre (que con tanto atraso quedó reducido a dos meses en los cuales yo y todos los profesores del proyecto vamos a tener que parir milagros) porque no consiguen entender ni asimilar mi línea de trabajo, mismo que yo trate de simplificarla, o entonces, porque voy a arrojar a algunos por la ventana, pues ya no tengo más paciencia con los comportamientos típicos de esta edad y época... En fin, créo que voy a tener que pagar para ver. Esta primera semana va a ser más para conversaciones y explicaciones, para presentaciones, entrega y análisis de la apostilla de aula, entonces créo que vamos a tener tiempo para darnos cuenta si las cosas van a correr pacíficamente o si vamos a comenzar la tercera guerra mundial... El problema es que, mismo que alguien lance una bomba atómica, vamos a ser obligados a permanecer juntos hasta el final del año y a realizar nuestro trabajo de la mejor manera posible, entonces, créo que es mejor que yo prepare mi ánimo y mi creatividad para que todo corra de uma forma placentera, entretenida y, principalmente, productiva, que es lo que más le interesa a la "Cúpula del Trueno"...
Y aprovechando este último atardecer de calma, (porque a partir de mañana va a ser esta corrida de escuela en escuela por tres dias consecutivos todas las semanas) posteo la crónica de esta semana:

Por qué será que con el pasar del tiempo nuestras expectativas, nuestras metas, van volviendose más modestas y menos urgentes? Será que nuestro ímpetu y nuestra ambición disminuyen junto con los años? Será que cuando jóvenes superestimamos nuestras fuerzas, nuestra suerte, nuestras metas?... Créo que al principio estamos más preocupados en vencer, en obtener, en aparecer, en ganar un lugar al sol que realmente en vivir una buena vida. Es como, si antes de nada más, necesitáramos establecer una base segura y garantizar un futuro sin preocupaciones para después empezar a preocuparnos con la verdadera calidad de vida, con el equilibrio, la salud, con la paz y la felicidad... Sólo que con el pasar de los años nos vamos dando cuenta de que, sin conquistar primero estas últimas, de poco nos sirve tener las otras, pues somos incapaces de disfrutar de ellas por causa de las preocupaciones que la lucha por ser alguien delante del resto de la humanidad nos trae. No estoy diciendo que no debemos esforzarnos para vivir bien material, social y profesionalmente, pero la mayor parte de las personas acaba colocando esto como una prioridad y al final, percibe que realmente habría ganado más siendo menos ambicioso y más idealista. Es por causa de este tipo de stress que acabamos teniendo infartos, deprimidos, asustados, diabéticos, hipertensos, obesos, tristes y aplastados por exigencias absurdas, batallando con los otros por mas prestigio y poder... La disminución de las expectativas puede ser producto de desilusiones o fracasos, también es verdad, pero créo que en su mayor parte es debida a que, con la madurez, uno empieza a ver lo que es realmente importante y pasa a querer vivenciarlo, luchando para recuperar el tiempo perdido con tantas obligaciones y presiones que en nada enriquecieron la existencia... Cuáles recuerdos vamos a querer traer de vuelta cuando estemos viejos? Los de días modestos pero felices y productivos, llenos de significado y plenitud, o los de años y años de trabajo ingrato y aplastante, hasta con buen salario, pero sin el tiempo necesario para disfrutar ese salario? Nuestra existencia tiene que ser gratificante, inspirada, equilibrada, consciente de quiénes somos y de dónde estamos, debe interactuar con aquellos que nos rodean, conocidos y desconocidos, con la naturaleza y sus ciclos, debe estar abierta a las lecciones que la vida nos reserva e que ni siempre están atrás de un escritorio en una sala de una gran empresa o en un curriculum irretocable. Créo que la primera ambición que debemos tener y desenvolver es la de ser felices. Encuanto este sentimiento nos acompañar y guiar nuestras opciones, objetivos y acciones estaremos en el rumbo correcto y pocas cosas de las cuales nos arrepentir tendremos en nuestra vejez.

Nenhum comentário:

Postar um comentário