domingo, 7 de fevereiro de 2016

"Designios misteriosos"

    Entre una y otra crisis de acidez -eso porque mi cabeza anda muy revolucionada con un montón de cosas- aquí estoy de nuevo, en este fin de semana soleado, sola en el departamento porque a mi hija le tocó trabajar, pero planeando escribir mucho, que es la mejor manera que tengo que aclarar las ideas y hacer descubrimientos muy importantes que me devuelven la tranquilidad de espíritu. Esto, claro, es mejor aún cuando uno es ayudado por un profesional... Pero esto sólo va a volver a pasar cuando reemplacen finalmente a mi psicóloga, que salió anticipadamente de licencia maternidad. Todos los pacientes nos quedamos colgados, pero yo continúo trabajando sola con lo poco y nada que conseguí analizar en nuestras dos sesiones. Y lo mejor de todo es que fueron tan asertivas, que realmente he podido mejorar bastante algunas cosas... "Deber ser" y "ser", gran diferencia, palabras claves...
    Y antes de que se me olvide en medio de todo este informe médico ¡hoy hay más cuentos en pazaldunate-historias.blogspot.com!


    Existen los pequeños milagros, esos que suceden a diario y que, si no estamos atentos, dejamos pasar sin ver ni agradecer. Y existen los otros, los grandes, los que nos maravillan y nos salvan, los que nos hacen creer que hay fuerzas cósmicas, divinas o sobrenaturales por sobre nosotros que están ligadas y preocupadas con nuestro bienestar. Estos últimos siempre ocurren cuando el precipicio es insondable, insalvable, cuando las soluciones humanas se acabaron y sólo la fe nos sostiene. No parecen ser gratuitos, como los pequeños, sino que requieren de una situación extrema, de una confianza extrema, de una aceptación extrema. Es sólo entonces que suceden, admirándonos y dándonos la oportunidad de un cambio, un recomienzo. Es como una revelación, pues no sólo involucra lo pedido o esperado, sino toda nuestra existencia. Algo se transforma, fuera del cuerpo enfermo o de una situación difícil, y nos llena de nuevos bríos, fe y profunda gratitud, nos hace mejores, y creo que ese es el objetivo principal de los milagros, tanto los pequeños cuanto los grandes... 
    ¿Suceden todos los días? ¿Les ocurre a todos? ¿Es siempre la respuesta?... No,  y no sé de qué depende su frecuencia y su concretización, pero sé que, la mayor parte de las veces, es consecuencia de nuestro grado de consciencia, de comprensión, de nuestra lucha y persistencia. Los designios son misteriosos, pero creo que si empezamos por fijarnos en los pequeños milagros de cada día tal vez terminemos construyendo o descubriendo uno de esos otros milagros, uno de los grandes y portentosos.

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