domingo, 4 de setembro de 2016

"Nuestro cuerpo"

    Algunos cambios en nuestra rutina este fin de semana -inclusive en el aspecto, cambié mi color de cabello y el corte. Después de todo, no se cumplen 60 años todos los días, ¿no? Fue el 4 de agosto, pero sólo ahora tuve oportunidad para hacer esto- y sólo ahora tengo tiempo para sentarme a publicar la crónica de esta semana. Entonces, medio atrasadita, y bien cortita, pero contundente, como una buena empanada, aquí va:


    Paso al lado de las personas en las calles, plazas, tiendas, consultorios y estaciones del metro y no consigo no dejar de admirarme con la variedad de formas, rostros, colores, gestos, facciones, voces e inflexiones que poseen. ¡Son infinitas y tan fascinantes! ...Sé que cada una de ellas esconde una historia, entonces, invariablemente me pregunto: ¿Cómo fue que llegaron a ser así, como los veo hoy?... Entonces me doy cuenta de ha sido toda una vida modelándose, creando marcas, arrugas, canas, calvicie, barrigas, jorobas, callos, cojeras, gorduras, flaccideces, tics. A lo largo de los años y a través de lo que vivimos y las opciones que hacemos vamos moldeando no sólo nuestro carácter, sino también nuestro físico... ¿Qué comemos? ¿Cómo dormimos? ¿Cuánto trabajamos? ¿Estamos felices en ese trabajo? ¿Cuánta cultura tenemos? ¿Hacemos ejercicio? ¿Nuestra vida familiar es feliz? ¿Amamos? ¿Somos amados?... Entonces descubro que es todo esto lo que va modificando -para mejor o peor- nuestro cuerpo, la expresión más física y concreta de quien somos. Existen factores genéticos que intervienen, claro, pero definitivamente, la mayor parte de las transformaciones son obra nuestra.

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