sexta-feira, 18 de novembro de 2011

"Regar"

Bueno, si yo pensaba que las cosas iban a estar resueltas esta semana, tengo que admitir que estaba equivocada, lo que, desgraciadamente, vá a significar un poco más de espera, stress y oraciones... Sí, porque a esta altura del campeonato, sólo me resta poner todo en las manos de Dios que, como deben suponer, nunca me decepcionó. Honestamene, no quiero tener que dejar de lado los buenos modos, pero encuentro que es completamente inútil, un verdadero desperdicio de energía y creatividad, el hecho de querer prolongar una situación que no tiene más vuelta. Entonces, por qué no aceptarla y seguir adelante en vez de querer detener los acontecimientos naturales? Por qué no dejarlos fluir y virar la página en vez de hacer rabieta y prolongar el sufrimiento, la ansiedad, el disgusto, el clima funesto?... Es una cosa que no consigo entender. Pero créo que aquí se puede aplicar el dicho: "La esperanza es la última que muere", y yo misma ya hice esto várias veces en mi vida. Supongo que el factor sorpresa y la firmeza de mi decisión es lo que está pesando en esta demora. Pero nada vá a  cambiar por el hecho de ser obligada a esperar un poco más. Eso ya está absolutamente claro.
    Y ustedes no deben tener la menor idea de lo que estoy hablando, verdad? O entonces, ya debe haber algunos que entendieron la historia y están haciendo barra para que mis planos tengan éxito. Ojalá, porque estoy necesitando toda la vibración positiva que pueda conseguir!... Tal vez la semana que viene las cosas se aclaren y quién sabe pueda revelar, finalmente, este misterio. Pero en cuanto continúe esta negación de la realidad, el resentimiento, el miedo y la falsa esperanza, el asunto vá a continuar enroscado. Por eso pido la luz, la misericordia y la serenidad de Dios para que todo termine bien para todos, lo más brevemente posible.
    Y después de tanto misterio y tantos enigmas, aquí vá, de una vez por todas, la crónica de esta semana! Gracias a Dios estoy teniendo un poco más de tiempo y calma, pues las clases en la fundación terminan la semana que viene y después nos van a quedar solamente los ensayos y presentaciones de la programación de navidad. También tendremos algunos eventos de los cuales seremos obligados a participar, pero solamente como espectadores. Mi horário vá a cambiar de nuevo y voy a volver a tener las mañanas libres -menos los lunes porque tenemos reunión administrativa- pero volveré a la casa tarde por causa de esas presentaciones... Adiós horários civilizados para cenar y tomar los remedios!... Bueno, pero serán sólo 18 días de sacrificio; después saldré de vacaciones y mi rutina de diabética obediente vá a volver a valer... Y espero que algunas otras cosas positivas sucedan también!...


     No sé por qué, pero para mí, existe algo de redención, de catarsis, de bendición, algo como un bautismo y una libertación en el simple acto de regar las plantas. Ver el chorro de ága cruzar el aire y caer sobre el pasto y las flores, sobre la tierra seca, en aquella mezcla de violencia y carícia tan necesaria para mantener la vida, me dá la sensación de alivio, de milagro. Es como una pequeña revelación sobre la resurrección, sobre la omnipresencia divina en nuestra vida -que nos hidrata a cada paso- es darse cuenta de que en todo lo que hacemos, por más banal que parezca, existe un mensaje, un detalle precioso a ser observado, asimilado y agregado a nuestras propias vidas. Todo lo que nos rodéa está allí para ser percibido, meditado, incluído en nuestra rutina diaria, porque todo es valioso... Al ver las gotas cayendo sobre las hojas y pétalos, sobre el tapete verde y obscureciendo la tierra sedienta, que parece esperar ansiosa y agradecida este instante, tengo la impresión nítida de que estoy regando mi própio corazón, limpiándolo y renovándolo, dándole nuevas fuerzas e inspiración, haciendo crecer sus raíces en dirección al amor...
    Sostener la existencia con este simple gesto, ayudar a generar vida y luego ver los brotes surgiendo, primero tímidos y pálidos, y después firmes y vigorosos, coloridos y perfumados, adornando la planta o el árbol, la plaza, el cantero, el macetero, el jardín, nos dá esa sensación de victoria, de belleza, de perfección, de un verdadero milagro del cual somos participantes directos... El água es realmente milagrosa, porque promueve transformaciones vitales, profundas, a veces inesperadas, pues alcanza las raíces y es capaz de revivirlas. Es la fuerza renovadora y purificadora por excelencia, cuando no llega demasiado tarde...

Nenhum comentário:

Postar um comentário